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Así es la Iniciativa Perpetual Planet de Rolex que impulsa la divulgación científica del CERN

Con el respaldo de la Iniciativa Perpetual Planet, Rolex se convierte en socio principal de la Fundación CERN y la Sociedad, financiando programas que despiertan la curiosidad científica entre jóvenes de todo el mundo.

En el corazón de Europa, en el epicentro de la innovación científica, Rolex y el CERN han sellado una alianza que trasciende el tiempo y la tecnología. La colaboración entre la legendaria casa relojera suiza y el laboratorio científico más prestigioso del mundo toma nueva fuerza con la Iniciativa Perpetual Planet, un ambicioso proyecto que busca acercar la ciencia a las futuras generaciones.

A pocos kilómetros de Ginebra, el CERN Organización Europea para la Investigación Nuclear, alberga algunas de las instalaciones científicas más avanzadas del planeta, incluido el Gran Colisionador de Hadrones, epicentro del descubrimiento del bosón de Higgs en 2012. Pero el CERN no solo investiga; también inspira. A través de su Fundación y su centro de divulgación, Science Gateway, el laboratorio se abre al público con una misión clara: hacer que la ciencia sea accesible, comprensible y emocionante para todos.

Aquí es donde entra Rolex. La relación entre ambas instituciones se remonta a 1956, cuando los científicos del CERN colaboraron con Rolex para probar la resistencia de sus relojes a campos magnéticos extremos. Hoy, casi siete décadas después, esa colaboración ha evolucionado hacia una alianza con propósito educativo y social.

Con el respaldo de la Iniciativa Perpetual Planet, Rolex se convierte en socio principal de la Fundación CERN y la Sociedad, financiando programas que despiertan la curiosidad científica entre jóvenes de todo el mundo. Uno de los ejes de este apoyo es el Science Gateway, un complejo diseñado por el arquitecto Renzo Piano y que se inauguró en octubre de 2023. Neutro en carbono y abierto al público, este espacio ofrece exposiciones interactivas, laboratorios en funcionamiento y una sala de conferencias con capacidad para 900 personas.

“El objetivo es que cualquier visitante, sin importar su formación, pueda tocar la ciencia, comprenderla y, sobre todo, imaginarse siendo parte de ella”, explica Anastasia Tezari, física y educadora del CERN. Una de las herramientas más efectivas son los talleres de “exploración abierta”, en los que los participantes reciben materiales y libertad para experimentar, fallar y aprender, tal como lo hacen los investigadores reales.

Además del Science Gateway, uno de los programas más destacados es Beamline for Schools. Este concurso internacional, respaldado por Rolex, invita cada año a estudiantes de secundaria a diseñar un experimento real de física de partículas. Los ganadores no solo visitan el CERN, sino que tienen acceso a una línea de haz una trayectoria utilizada en los aceleradores de partículas para poner a prueba sus hipótesis. La edición de 2024 recibió propuestas de 461 equipos de 78 países, prueba del alcance global de esta iniciativa.

Yuzuka Sasaki, estudiante japonesa y una de las ganadoras de este año, lo resume con entusiasmo: “Medimos rayos cósmicos, usamos tecnología del CERN, pero también nos equivocamos, aprendemos y conversamos con científicos de verdad. Es ciencia real”.

Para Markus Joos, coordinador técnico del concurso, la importancia del programa va más allá del conocimiento. “Aquí los jóvenes no solo aprenden física, aprenden a colaborar, a comunicar, a resolver problemas. Si deciden dedicarse a la ciencia, perfecto. Pero si no, se llevan habilidades que serán valiosas donde sea que vayan”.

La Iniciativa Perpetual Planet refleja el compromiso de Rolex con la exploración y la educación. Desde 2019, la marca ha ampliado su foco para incluir la protección del medio ambiente y el impulso a líderes científicos emergentes. Su alianza con el CERN es una de más de 30 colaboraciones activas, entre ellas con instituciones como National Geographic, Coral Gardeners o Rewilding Chile.

Más que una estrategia filantrópica, la Iniciativa encarna la convicción de que el conocimiento es una herramienta para cambiar el mundo. En tiempos donde la ciencia enfrenta desafíos de comprensión y financiación, la asociación entre Rolex y el CERN demuestra que unir tecnología, tradición y educación puede trazar un camino brillante hacia el futuro.

Porque al final, como bien sabe Rolex, lo que realmente cuenta no es solo medir el tiempo, sino lo que hacemos con él.

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