Al caminar por la sede de Niantic en el histórico Ferry Building de San Francisco, los visitantes son recibidos por una multitud de peluches gigantes de Pokémon: en unas escaleras de estilo anfiteatro, un enorme Snorlax duerme la siesta en una esquina mientras un Bulbasour está listo para saltar. En otro lugar, un Psyduck aturdido mira fijamente hacia la distancia, y quizás hacia el inesperado futuro de la empresa.
En marzo, Niantic hizo un anuncio impactante: el desarrollador de Pokémon Go –que en su día fue el mayor juego para móviles de la historia en Estados Unidos– abandona el sector de los videojuegos para dedicarse de lleno a la inteligencia artificial (IA). Ha vendido su negocio de desarrollo de videojuegos al fabricante saudí Scopely en un acuerdo de 3.500 millones de dólares y se ha rebautizado como Niantic Spatial. En lugar de crear juegos de realidad aumentada para teléfonos móviles, desarrollará modelos de IA que analicen el mundo real para clientes empresariales.
«Es bastante inusual que una empresa de éxito haga esta división celular: formar dos empresas», dijo a Forbes el cofundador y consejero delegado John Hanke. «Nos quedó claro que la forma de maximizar la oportunidad para ambas era dejar que cada una se fuera y persiguiera su futuro».
Ahora, Niantic redobla la apuesta por su incipiente plataforma Spatial, anunciada en noviembre, que proporciona herramientas cartográficas de IA que las empresas pueden utilizar para trazar rutas para robots o alimentar gafas de realidad aumentada. Así como los grandes modelos lingüísticos permiten a la IA generar texto, los grandes modelos geoespaciales (LGM) de Niantic ayudan a la IA a comprender, navegar e interactuar con espacios físicos como lo haría un ser humano. Los modelos son capaces de recrear en 3D lugares del mundo real gracias al enorme conjunto de datos de localización de Niantic, extraídos de los 50.000 millones de kilómetros que la gente ha recorrido colectivamente jugando a sus juegos como Pokémon Go e Ingress. Y cuando los modelos no tienen datos precisos sobre todas las dimensiones, topografía o estructuras físicas de un lugar, utilizan IA generativa para rellenar esos espacios en blanco, estimando diferentes ángulos de una estatua o las esquinas que faltan en las habitaciones.
El cambio de rumbo de Niantic subraya el impacto devastador que el frenesí de la IA generativa ha tenido en Silicon Valley desde que ChatGPT sacudió el sector hace casi dos años y medio, transformando radicalmente incluso una empresa firmemente establecida desde hace una década como Niantic. Según Gartner, se espera que el mercado de la computación espacial alcance los 1,7 billones de dólares en 2033, frente a los 110.000 millones de 2023, con un crecimiento impulsado por los servicios basados en la localización de empresas como el gigante de la cartografía TomTom y grandes tecnológicas tradicionales como Google. «La oportunidad es enorme», afirma Tuong Nguyen, director analista del equipo de tecnologías emergentes de Garner.
También lo es la competencia. En IA espacial, Niantic se enfrenta a rivales formidables. Desde 2021, Nvidia, el fabricante de chips valorado en 3 billones de dólares, ofrece Omniverse, una plataforma empresarial que crea «gemelos digitales» en 3D para realizar simulaciones en fábricas y otros entornos industriales. Y el año pasado, la pionera de la visión artificial Fei-Fei Li, conocida como la Madrina de la IA, fundó World Labs, una startup que construye IA que genera mundos de fantasía en 3D, lo que podría ser útil para el desarrollo de videojuegos o simulaciones de astronautas. La empresa ya está valorada en mil millones de dólares, sin ni siquiera haber lanzado un producto.
Para financiar su nueva empresa, Niantic acudió a sus inversores actuales, incluidos Coatue, Battery Ventures y CRV, para una inversión de 250 millones de dólares. Como parte del acuerdo, en el que se llevaba trabajando un año y que se espera que se cierre a finales de mes, unos 400 empleados del sector del videojuego se unirán a Scopely, fabricante del popular juego para móviles Monopoly Go, y unos 200 permanecerán en Niantic. La empresa despidió a más de 65 personas durante la reestructuración; Niantic no espera más despidos «significativos», aunque una o dos personas podrían partir hipotéticamente en las fases finales del acuerdo, dijo Hanke a Forbes.
Desde el principio, Pokémon Go fue un éxito arrollador, generando alrededor de 8.000 millones de dólares en ingresos desde su debut en 2016, según estiman los analistas. Casi una década después, el juego, que invita a los jugadores a atrapar Pokémon virtuales recorriendo lugares del mundo real, acumuló 100 millones de jugadores en 2024, según Niantic. La empresa ingresó mil millones de dólares el año pasado, con 30 millones de jugadores mensuales en todo su catálogo, que también incluye Pikmin Bloom, un juego de cuenta pasos desarrollado con Nintendo, y Monster Hunter Now, desarrollado con Capcom. Niantic no desglosa los ingresos por juegos individuales, pero la gran mayoría procedió de Pokémon Go, según la firma de investigación Aldora Intelligence. Según las estimaciones de la empresa, este juego representó 770 millones de dólares de los mil millones que Niantic ingresó en 2024.

El juego fue un éxito rotundo, pero a Niantic le ha costado replicarlo. Harry Potter: Wizards Unite, la primera gran apuesta de la compañía después de que Pokémon Go se convirtiera en un fenómeno global, se lanzó en 2019 y se descartó en 2022. Ese mismo año, la compañía despidió a unas 90 personas, cerrando varios juegos en desarrollo, incluido uno basado en la franquicia Transformers. Un año después, Niantic cerró su estudio de Los Ángeles y despidió a 230 personas, una cuarta parte de su plantilla en ese momento, coincidiendo con los recortes masivos de empleo en toda la industria tras la pandemia. El cierre supuso la cancelación de unos cuantos proyectos importantes, incluidos juegos con socios de alto perfil como la NBA y Marvel. E incluso el brillo de Pokémon Go se ha desvanecido desde sus días de gloria. En la App Store de Apple, sigue estando entre los 10 mejores juegos de rol, pero ha caído del top 100 de juegos gratuitos.
Hanke insiste en que la venta no se debe al bajo rendimiento de los juegos ni a problemas de ingresos. «No se trata de abandonar el negocio [de los videojuegos]», afirma. «Si nos fijamos en los juegos que tenemos en el mercado, los ingresos van bien», añadió, señalando el «exitoso» lanzamiento de Monster Hunter Now en 2023, en el que los jugadores buscan y luchan contra monstruos virtuales. El juego recaudó 142 millones de dólares el año pasado, lo que supone un aumento del 23% interanual, según Aldora. Joost van Dreunen, fundador de Aldora Intelligence, que lleva 15 años investigando el sector, está de acuerdo: «No ha sido una venta relámpago para salvar la empresa».
Según los ejecutivos de Niantic, la razón principal de la división es la concentración. Dentro de la empresa, siempre ha habido competencia por el tiempo y los recursos entre la parte de desarrollo de juegos y la de tecnología, que desarrolla todas las herramientas de realidad aumentada y cartografía en las que se basan los juegos. Esta última, por ejemplo, construyó el «sistema de posicionamiento visual» de Niantic, que podía señalar con precisión la ubicación exacta de una persona en una fecha y hora concretas (como si coges un Squirtle en la Grand Central Terminal a mediodía). Su cartera tecnológica también incluye Scaniverse, una aplicación que Niantic adquirió en 2021 y que permite al usuario crear un modelo 3D de una habitación escaneándola con su teléfono, de forma similar a como se hace una foto panorámica.
Ahora, la compañía puede dedicar toda su energía al negocio empresarial, incluso si eso significa que Niantic ya no puede apoyarse en su principal generador de efectivo. «Tendremos que centrarnos en nuestros propios ingresos», afirma el director técnico Brian McClendon. «Y no tendremos que dividir nuestra atención entre mantener y mejorar Monster Hunter, y los ingresos y el negocio de Pokémon Go, frente a ocuparnos solo de esto», dijo, refiriéndose a la plataforma empresarial. Brandon Gleklen, director de Battery Ventures, que invirtió por primera vez en la Serie C de 2019 de Niantic, dijo a Forbes que el movimiento era inevitable, señalando que hacer malabares con los juegos y desarrollar IA «era como dos cuerpos corriendo una carrera de tres piernas».
El giro hacia la empresa es un desvío radicalmente conservador para una compañía con una cultura tan lúdica. Su nombre procede del Niantic, un barco ballenero naufragado que trajo buscadores de oro a San Francisco durante la fiebre del oro de 1849, y cuyos restos se encuentran ahora bajo la torre TransAmerica. Como homenaje al navío, el vestíbulo del Niantic está decorado como la cubierta de un viejo barco, con un cañón antiguo y un traje de buceo.
Pero Hanke dice que la nueva estrategia es un regreso a sus raíces. El directivo, pionero de la cartografía digital, cofundó Keyhole en 2001, una empresa de imágenes por satélite que Google compró en 2004 por unos 35 millones de dólares en acciones y utilizó como base para Google Maps. Tras ascender a la dirección de las operaciones cartográficas globales de Google, fundó Niantic en 2010 como una pequeña división de juegos dentro del gigante tecnológico. Dos años más tarde lanzó Ingress, un juego de ciencia ficción de capturar la bandera, y después de que el juego se hiciera muy popular, Niantic se convirtió en una empresa independiente en 2015. (Google sigue siendo inversor en Niantic Spatial).
Entonces llegó Pokémon Go. Lanzado en 2016, la colocación de personajes virtuales de Pokémon en lugares reales animó a millones de personas a explorar el aire libre, una novedad para un juego online en una era de aumento del tiempo de pantalla. Inspiró encuentros y eventos en todo el mundo. Mientras varias empresas cojeaban por la pandemia, Pokémon Go crecía a medida que la gente buscaba actividades al aire libre socialmente distanciadas. Tres días después de su lanzamiento, ya tenía más usuarios que Twitter. Al cabo de dos meses, se convirtió en el mayor juego para móviles de la historia en Estados Unidos, con 21 millones de usuarios al día.
Era una mina de oro, pero ese éxito trajo consigo muchas dificultades. Se necesita mucho trabajo y dinero para alimentar un megahit, y Niantic estaba invirtiendo recursos en seguir creando nuevas características para que la gente volviera. Mientras tanto, conseguir una continuación del éxito se hizo aún más difícil. «En los años transcurridos desde el lanzamiento de Pokémon GO, el mercado móvil se ha saturado y los cambios en la tienda de aplicaciones y el panorama de la publicidad móvil han hecho cada vez más difícil lanzar nuevos juegos móviles a gran escala», escribió Hanke en un memorando a los empleados durante el despido de 2023.
Así que el desarrollador de juegos para móviles hizo lo inimaginable: abandonó el negocio de los videojuegos. «No creo que maximizar el valor de Pokémon Go durante los próximos 10 años sea necesariamente el objetivo de Hanke», afirma Saar Gur, socio general de CRV, que invirtió en la serie C de Niantic.
La idea es ofrecer las principales tecnologías de Niantic a las empresas, como su sistema de posicionamiento visual, que podría ser útil a las empresas para confirmar que se han realizado entregas importantes, en lugar de limitarse a hacer una foto del paquete en la puerta, dijo McClendon. Scaniverse podría permitir a un técnico de una empresa de calefacción, ventilación y aire acondicionado inspeccionar a distancia una zona y anotar el espacio virtual.
Niantic Spatial cuenta hasta ahora con varios clientes. La oficina de turismo de Singapur está utilizando su tecnología para crear una visita de realidad aumentada a la famosa Cúpula de las Flores, el invernadero de cristal más grande del mundo. Según Gregory Yap, vicepresidente para las Américas de la Oficina de Turismo de Singapur, este proyecto piloto a puerta cerrada, que se pondrá en marcha el mes que viene, permitirá a los visitantes utilizar auriculares para ver superposiciones digitales con información sobre las distintas especies de flores, que irán apareciendo a medida que caminen por el jardín.
Un acuerdo con el contratista gubernamental Booz Allen Hamilton da acceso a las herramientas de logística y cartografía de Niantic, como su tecnología de escaneado y posicionamiento visual, que proporciona un rastreo de ubicación preciso al centímetro, a todos los clientes corporativos de la empresa. Según Hanke, un cliente aún no anunciado está trabajando en un desarrollo que es «en parte parque temático, en parte parque de oficinas y en parte residencial». Y Niantic no ha descartado hacer negocios con el ejército. «Tendremos clientes en el sector público que podrían incluir clientes militares«, dijo Hanke, aunque traza una línea: «No nos dedicamos a fabricar sistemas de armamento«.
El elemento vital de los modelos de IA son los datos, y Pokémon Go los acaparó en masa. La separación de la división de juegos, sin embargo, no significa que Niantic renuncie a la gestión, según la empresa. Niantic seguirá proporcionando a Scopely la tecnología cartográfica subyacente del juego incluso después de la venta, ahora como proveedor en lugar de propietario. Eso significa que Niantic Spatial seguirá teniendo acceso a los datos de localización que le permitieron construir sus modelos de IA en primer lugar, dijo Tory Smith, director de gestión de productos para la plataforma de mapas. «No es como si nos hubieran cerrado el grifo», dijo. «Simplemente no podemos controlar cómo evoluciona con el tiempo».
La empresa tampoco puede controlar quién tiene acceso a ellos. Cuando Niantic anunció en marzo la venta a Scopely, con sede en Culver City (California), la empresa suscitó críticas por vender su popular cartera de juegos –y los datos de los usuarios que la acompañan– a una empresa propiedad del fondo soberano saudí. Hanke rechaza esa preocupación. «Las reglas de funcionamiento allí son bastante claras, en el sentido de que Niantic y Scopely son los guardianes de eso», dijo Hanke. «Así que no habría ningún acceso a eso, o cualquier uso de eso, fuera de esas empresas». En un comunicado, un portavoz de Scopely dijo que la compañía «mantiene operaciones autónomas e independientes». «Los datos de los jugadores siempre han sido y seguirán siendo manejados de acuerdo con estrictas leyes y regulaciones de privacidad de datos, así como almacenados exclusivamente en servidores con sede en Estados Unidos», dijo la compañía.
Algunos críticos ven las inversiones de Arabia Saudí en videojuegos y entretenimiento como un medio para distraer la atención de su historial en materia de derechos humanos. Hanke dijo que Niantic consideró esos puntos cuando eligió a su comprador. «Pensamos en ello. Lo discutimos y debatimos», dijo. «Desde nuestras propias observaciones personales, y las personas con las que hemos trabajado en el Reino, creo que hay un deseo real allí de convertirse en una sociedad liberal más abierta».
Cuando Niantic anunció el pasado noviembre que había creado modelos de IA basados en los datos de localización recopilados por sus juegos, hubo más protestas. Algunos jugadores se sintieron sorprendidos de que su información se utilizara para entrenar a la IA sin su conocimiento. Hanke lo negó rotundamente, afirmando que los datos no se recopilaban cuando la gente simplemente paseaba jugando, sino sólo cuando los jugadores realizaban acciones específicas durante el juego, como escanear una PokeParada para conseguir recompensas como potenciadores, y se les pedía su consentimiento explícito para mejorar los sistemas de la empresa. (McClendon reconoció que la IA no se mencionaba específicamente porque los modelos no estaban en desarrollo cuando se redactó la declaración. Todavía no hace referencia a la IA, pero tras el cierre de la operación, Niantic dijo que el negocio de juegos pondrá en marcha nuevos términos de servicio que amplíen sus políticas de datos).
Para celebrar la venta de su negocio de juegos y el inicio de sus actividades en el campo de la IA, Niantic celebró una fiesta a principios de mayo en Sens, un elegante restaurante mediterráneo con vistas a la bahía. En la fiesta, Hanke y los empleados compartieron historias y recuerdos mientras se despedían de la empresa en su forma actual. Pero tras el cierre de la operación, los empleados del sector del juego no irán muy lejos. Se trasladarán a una oficina de Scopely a poca distancia a pie. Es probable que los peluches de Pokémon se unan a ellos, según Hanke.