Telefónica ha cerrado un acuerdo para vender el 100% de su operación en Uruguay a la operadora luxemburguesa Millicom, por un valor de 440 millones de dólares. La transacción forma parte de la estrategia del grupo español para reducir su exposición en América Latina y concentrarse en sus mercados estratégicos.
La venta de Movistar Uruguay se suma a una larga lista de operaciones similares en la región. En los últimos años, Telefónica ha salido de países como Perú, Argentina, Colombia y varios mercados de Centroamérica, en un intento por optimizar su portafolio y mejorar su posición financiera. En total, las desinversiones latinoamericanas ya superan los 4.200 millones de euros en ingresos para el grupo.
¿Qué significa esto para Uruguay?
Movistar es uno de los principales operadores de telecomunicaciones en Uruguay, con una cobertura nacional del 97% y una base de más de 1,4 millones de clientes. Aun así, en el último año ha perdido cuota frente a sus competidores, especialmente Claro y la estatal Antel. Datos recientes indican una pérdida neta de más de 30.000 líneas para Movistar, mientras Claro ha incrementado su base de usuarios.
Con la adquisición, Millicom refuerza su huella en la región, donde ya opera bajo la marca Tigo en varios países. Uruguay se convierte así en una nueva pieza en su estrategia de expansión regional.
Telefónica redefine su futuro
Aunque no se han revelado detalles contables del impacto de esta venta, otras operaciones similares han supuesto pérdidas relevantes para Telefónica, como en el caso de Perú y Argentina. La compañía también avanza en la venta de sus activos en Colombia, y mantiene conversaciones activas en México, lo que sugiere que el repliegue latinoamericano aún no ha terminado.
Esta operación refuerza el mensaje de Telefónica: concentrarse en menos mercados, pero con mayor rentabilidad y proyección a largo plazo.