El gigante industrial alemán Siemens ha cerrado el primer semestre de su ejercicio fiscal con un beneficio neto de 5.956 millones de euros, lo que supone un aumento del 34,7% respecto al mismo periodo del año anterior. Este crecimiento viene impulsado, en gran medida, por el sólido rendimiento de sus áreas de automatización industrial, digitalización y movilidad, que han registrado una fuerte demanda a nivel global.
La compañía, considerada un termómetro del sector manufacturero europeo, ha destacado la solidez de su cartera de pedidos y la resiliencia de su modelo de negocio en un contexto marcado por tensiones geopolíticas, inflación y tipos de interés aún elevados. Gracias a estos resultados, Siemens ha decidido mantener sin cambios sus previsiones para el conjunto del ejercicio 2025, lo que refleja la confianza de la dirección en alcanzar sus objetivos anuales de ingresos y rentabilidad.
Además del buen comportamiento operativo, Siemens ha seguido reforzando su apuesta por la innovación y la transición energética, dos pilares clave en su estrategia a largo plazo. La compañía sigue invirtiendo en soluciones digitales e infraestructura sostenible, consolidando su posición como uno de los líderes en transformación tecnológica del tejido industrial.
Con estos resultados, Siemens confirma su fortaleza en un entorno complejo y se prepara para continuar creciendo apoyada en sectores estratégicos y en la aceleración de la demanda de soluciones inteligentes y sostenibles.
