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Guía para perseguir la innovación sin perder de vista la visión de tu empresa

Sea contratado con las habilidades que son más importantes para los empleadores. Getty

Chandra S. Pemmasani, M.D., es fundadora y Directora General de UWorld, líder mundial en aprendizaje en línea para exámenes de alto nivel.

Las cosas pueden cambiar rápidamente en el mundo de los negocios. Los gustos de los consumidores, las cadenas de suministro y otras fuerzas del mercado pueden cambiar de la noche a la mañana, y las tecnologías consideradas punteras hoy pueden convertirse en la corriente dominante mañana.

En este entorno, es fácil ver cómo los directivos pueden verse tentados a centrarse en la urgencia momentánea de un reto de adopción y adaptación; nadie quiere ver cómo su empresa se queda rezagada por haber tardado en adoptar.

Al fin y al cabo, más de la mitad de las empresas de la lista Fortune 500 del año 2000 ya no existen, porque han quebrado, han sido adquiridas o han dejado de existir, en gran parte debido a algún tipo de disrupción digital.

Lo que no es tan obvio es cómo la prisa por innovar puede hacer que los líderes pierdan de vista la misión principal de su empresa.

La paradoja de la innovación

Aunque la necesidad de innovar es fuerte, la innovación sin visión ni dirección estratégica puede conducir al despilfarro de recursos y a la dilución del valor de la marca. Considere la importancia de que una empresa se mantenga fiel a su visión cuando introduce nuevas innovaciones. La visión es lo que marca la pauta de las aspiraciones más amplias de la empresa y sirve como estrella polar de la toma de decisiones, incluso de las decisiones disruptivas de adoptar y adaptar.

La visión guía el por qué y el dónde de una acción, mientras que la innovación guía el cómo. La clave reside en encontrar el punto óptimo en el que se cruzan la innovación y la visión organizativa.

Un marco para equilibrar la visión y la innovación

Para navegar mejor por este complejo acto de equilibrio, los líderes empresariales podrían considerar los siguientes pasos:

1. Reafirmar la misión y la visión

Mantenerse centrado en la estrella polar de su empresa es importante, pero también puede beneficiarse de una actualización. Considere la posibilidad de revisar periódicamente la misión de su empresa y determinar si sigue siendo relevante.

2. Priorice las iniciativas de innovación

Para sacar el máximo partido a sus recursos, puede priorizar la tecnología emergente y la innovación en función de tres criterios: la capacidad de cumplir los objetivos a largo plazo de su empresa, la capacidad de su empresa para implantar la tecnología y los recursos necesarios para hacerlo con eficacia.

Esto puede incluir el perfeccionamiento de la mano de obra existente o la contratación de nuevos talentos. Una vez establecidas las prioridades, divida la iniciativa en fases, estableciendo expectativas claras para cada una de ellas, reflexionando al final de cada fase y evaluando si es necesario modificar el plan.

3. Implique a las partes interesadas a todos los niveles

Puedes poner a prueba tu hoja de ruta innovadora frente a las necesidades del mundo real siendo transparente con las partes interesadas de la organización, desde la dirección hasta los empleados y los clientes.

Por ejemplo, en mi empresa celebramos charlas trimestrales en las que comparto información actualizada sobre nuestros productos y verticales y respondo a las preguntas de los empleados. También celebramos una asamblea general en enero. Los empleados remotos y los equipos de ventas vuelan para que podamos revisar colectivamente los resultados del año anterior en cada vertical, compartir objetivos para el nuevo año y celebrar nuestros éxitos con una gran gala que incluye comida, compañerismo, actuaciones y diversión.

4. Asumir riesgos calculados

La innovación y el riesgo van de la mano. Es una verdad básica que se deriva de liderar un sector, pero conocer a tu público y unir esa visión a un estudio de mercado detallado puede reducir significativamente tu margen de riesgo.

Cuando fundé mi empresa, nos centramos exclusivamente en los estudiantes de medicina que se presentaban al examen para obtener la licencia médica en Estados Unidos, lo cual tenía sentido para mí porque yo era estudiante de medicina y estaba haciendo la residencia. Cuando nos expandimos a las herramientas educativas para estudiantes de enfermería, asumimos un riesgo, en gran parte porque teníamos un conocimiento limitado del mercado y tuvimos que contratar a educadores de enfermería para crear los productos.

Hubo muchos baches en el camino, pero aprendimos de nuestras experiencias y nuestros productos de enfermería se convirtieron en un éxito, consiguiendo una cuota de mercado mayoritaria en un par de años. Desde entonces, hemos cambiado de marca, contratado a cientos de personas y ampliado las herramientas educativas para diversos sectores.

Mi lección: cuando te aventures en nuevos mercados, prepárate para invertir en conocimientos que aún no tienes. Mantente cerca de tus clientes.

5. Mida el éxito con eficacia.

La única forma de medir el crecimiento es establecer un punto de referencia y hacer un seguimiento de los indicadores clave de rendimiento (KPI) que mejor reflejen lo que se quiere conseguir. Aprender de esos KPI reinvirtiendo en lo que ha funcionado y ajustando lo que no, está bien, pero tenga cuidado de no descarrilar con cambios bruscos e instintivos.

Al final, déjese cierto margen para corregir el rumbo y hacer ajustes calculados a lo largo del camino, de modo que pueda mantener el rumbo.

Fuerzas complementarias, no opuestas

La idea de que los líderes empresariales se mantengan centrados en la visión más amplia de la empresa mientras las tecnologías disruptivas revolotean no significa que una tenga más importancia que la otra. La innovación y la visión no son fuerzas opuestas; son motores complementarios del crecimiento sostenible.