
El cliente es el centro
El cliente es el centro y la razón de ser del negocio. Nos debemos a él y tenemos la obligación de satisfacer sus necesidades lo más rápido posible, ya que si no lo hacemos nosotros habrá otro que lo hará. Para ello necesitamos tener un canal de información rápido y ágil que nos transmita constantemente las demandas del mercado, así como los problemas que nos estamos encontrando a la hora de vender el producto, por eso es indispensable disponer de una comunicación permanente con el punto de venta.
Obsesión por el producto
Esta obsesión por ofrecer el producto que nuestro cliente demanda ha de implicar a toda la organización. Ya que cuanto más tarde se tomen las decisiones más información tendremos de nuestros clientes y menos nos equivocaremos. Se acabó aquel modelo de comprar una vez cada seis meses y esperar a ver si vende cuando llegue el producto, y si no rebajarlo. Y para ello toda la organización ha de estar focalizada en ese mismo objetivo.
Me gusta decir que al final hay que tener el mejor producto, en la cantidad adecuada, en el momento adecuado y en el sitio adecuado. Y evidentemente a un precio competitivo.
Los equipos de compras han de hacer una gestión muy restrictiva del presupuesto, para poder tener la capacidad de compra adecuada en el momento que se recibe la información por parte del cliente. Han de tomar decisiones rápidas y seguras.
Un equipo de diseño en constante búsqueda de tendencias, que sea capaz de interpretarlas y adaptarlas a tu cliente. Pero que además eso lo haga en tiempo récord.
Flexibilidad sería la palabra que definiría al portfolio de proveedores. Hace falta tener un modelo de sourcing que sea capaz de reaccionar al mismo ritmo que la empresa y que los proveedores tengan la flexibilidad suficiente para poder reaccionar a las demandas del mercado. Poder combinar producciones de circuito largo donde lo que predomina es el precio con otras de circuito corto donde la prioridad es tener las prendas en el punto de venta es parte del éxito.
Una logística y una distribución engranda de tal manera que permita tener el producto en tienda en tiempo récord desde el momento en que el proveedor hace la entrega.
El punto de venta
El punto de venta no es sólo el lugar de encuentro entre el cliente y el producto, sino que además es la fuente de información más fiable de que disponemos respecto a nuestro cliente y quién mejor nos va a transmitir las necesidades y los problemas que tenemos. Por eso es importante tener un feedback constante con ellos y que puedan aportar su experiencia en las decisiones de producto.
El personal de tiendas ha de exponer el producto en tiendas lo más rápido posible, de esa manera sabremos de forma inmediata como reacciona nuestro cliente ante él y tomar decisiones en consonancia.
No hay mejor manera de saber cuales son los problemas que estamos teniendo que estar en el punto de venta. Allí es donde se acaban viendo todos los fallos que se comenten durante todo el ciclo de vida del producto y todas las decisiones erróneas que se han tomado.
Todos estos factores combinados nos han de llevar a una rotación óptima del inventario que nos ha de proporcionar desde un punto de vista financiero mantener una empresa saneada y desde un punto de vista comercial una innovación continua de producto que se adapte a las necesidades de nuestro cliente.