Para empezar, si estás micho tiempo sentado y la sangre se te acumula, tu atención es probable que disminuya. Para evitar esto, date un pequeño paseo o baja a la puerta de la oficina cada hora, además de despejarte hará que las ideas reposen lo necesario.

Otra táctica para evitar el estrés es saber respirar. Creemos que sí, pero la mayoría inhalamos por el pecho, lo que no es muy beneficioso: una o dos respiraciones profundas cada 20 minutos hará que tu cerebro respire y además no perderás ojo de tu tarea.

Para sentirte como en casa y llegar al punto de relajación deseado, ¿por qué no traer objetos de casa? Un ambiente confortable y cómodo que además mantenga una fragancia familiar agradable es un punto fuerte para evitar salirte de tus casillas en tu escritorio.

Además, una forma de relajar la mirada y la cabeza es la de aplicarte unos pequeños masajes en la zona frontal y en la ocular cada par de horas. Descansar al vista es tan fundamental como el cuerpo, ya que está también se lesiona con el tiempo. Si es en compañía, mejor. Todo estrés y trabajo contrarreloj se lleva mejor si es con un compañero cercano.

Por último, además de relajar los músculos y hacer de ellos un circuito activo en tu silla de trabajo y saber respirar, podemos asistir un par de veces en semana a clases de relajación profesionales como son las de yoga. Éstas se adaptan al horario de todos y se prolongan lo que cada uno desee: desde 30 minutos hasta una tarde completa disipando ideas en el nirvana de la relajación.