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3 formas en que la Generación Z está redefiniendo la tutoría en el lugar de trabajo en 2025

Foto: Getty

¿Cuántos de vosotros recordáis haber sido invitados a sentarse con su primer mentor? Yo sí. De hecho, lo recuerdo como si fuera ayer.

Entré en el gran salón del comercio, la empresa y la ciudad, y rogué conectar con los responsables. Sólo quería cinco minutos para sentarme frente a un ejecutivo de alto nivel y obtener información y orientación de un gigante de la industria. Pues bien, lo conseguí. Y tengo que decir que ese momento y muchos otros que siguieron fueron fundamentales para cada paso de liderazgo que he dado.

Muchos de nosotros hemos experimentado la misma emoción de entrar al ascensor del éxito, salir al ático y hablar con nuestros ídolos. Pero, ¿te has dado cuenta de que no muchos empleados de la Generación Z están llamando a nuestras puertas para obtener la misma perspectiva? Bueno, yo también, y no lo veo necesariamente como algo malo.

La tutoría puede ser uno de los mejores activos de una empresa. Sin embargo, las reglas han cambiado. Atrás quedaron los días en que los empleados más jóvenes querían sentarse a las órdenes de directivos experimentados. Ese marco jerárquico ya no funciona en absoluto. Pero antes de que te explique cómo crear un programa de mentores de alto nivel que atraiga a la Generación Z, permíteme que me tome un momento para explicarte por qué deberías preocuparte por atender a esta generación.

¿Por qué debería preocuparte la Generación Z?

Empecemos por lo básico. Dentro de cinco años, en 2030, se prevé que la Generación Z constituya el 30% de la mano de obra mundial. Según el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, en el último trimestre de 2024, los trabajadores de la Generación Z constituían una quinta parte (18%) de la población activa.

Esta estadística puede no parecer tan poderosa, pero considérala en comparación con el número de baby boomers en el lugar de trabajo en este momento. Sólo el 12% de ellos están empleados en este momento; y para 2035, se espera que la mayoría se jubilen.

La realidad es que la Generación Z no se va a ir a ninguna parte a corto plazo. Y las empresas que no creen espacios que funcionen mejor para esta generación ahora se quedarán atrás rápidamente. Porque, a diferencia de las generaciones anteriores, la Generación Z no se opone a dejar un trabajo rápidamente si no se ajusta a sus valores y misión. De hecho, más del 50% dejaría un trabajo si no se alineara bien con sus principios distintivos.

¿Cómo debería ser un programa de mentores?

Ahora que conoces el por qué, veamos el cómo. En la siguiente sección, te daré tres pasos para crear un programa de mentores que satisfaga las necesidades de sus empleados de la Generación Z.

1) Haz que la tutoría inversa sea la norma en el trabajo

Durante años, la idea de tutoría en el lugar de trabajo era un sistema jerárquico. Tenías a los líderes de alto nivel que se volcaban en los profesionales de nivel básico.

Bueno, siento decirlo, pero esos días han quedado atrás, especialmente para las empresas que buscan crear entornos de trabajo donde los empleados de la Generación Z puedan prosperar.

Hay que recordar que la Generación Z fue educada para adoptar el liderazgo lateral. Por eso la tutoría inversa funciona mejor con esta generación. Después de todo, les permite compartir sus talentos y dones con el equipo y sentir que están contribuyendo junto con todos los demás.

Por ejemplo, si tienes un nuevo empleado de la Generación Z, puedes emparejarlo con un baby boomer o un miembro de la Generación X con más experiencia. De este modo, ambos pueden entablar una conversación, compartir sus preguntas y, a continuación, trazar un plan para cubrir las lagunas que cada uno eche en falta.

Esto puede adoptar la forma de educación tecnológica, integración de la inteligencia artificial (IA), productividad, etcétera. La cuestión es que ambos empleados sientan que pueden contribuir el uno al otro y hacer que tanto ellos como la empresa tengan más éxito.

2) Crear un programa que valore el logro de un equilibrio entre el trabajo y la vida personal

Según un estudio reciente de McKinsey, la Generación Z tiene el doble de probabilidades (38%) de querer convertirse en CEO en comparación con la Generación X (18%). Pero eso no significa que quieran alcanzar sus objetivos a base de cafeína y agotamiento.

Un programa de tutoría saludable es equilibrado. No es sólo trabajo y nada de diversión. Es orgánico y se adapta a la personalidad del equipo y de la empresa. Por ejemplo, si eres más formal, puedes hacerlo más formal. Pero, sinceramente, no se trata de que tus empleados sigan un horario directo. Un programa que funciona bien es aquel que permite el respeto mutuo y el aprendizaje. Lo importante es que todos sientan que se les escucha. Si eso ocurre, entonces estás teniendo éxito.

Por tanto, siéntete libre de decidir qué es lo que mejor funciona para ti y tu empresa. Tal vez desees crear un modelo híbrido en el que los empleados de todas las generaciones puedan reunirse en línea y en persona. O hacer que tu programa sea totalmente a distancia o totalmente en la oficina. No hay reglas. Lo importante es averiguar cómo conectan mejor tus empleados y aprovechar ese formato para su éxito.

3) Tómate tu tiempo para generar confianza con la Generación Z

Según un estudio reciente de Gallup y The Walton Family Foundation, muchos miembros de la Generación Z, especialmente en Estados Unidos, tienen un nivel muy bajo de confianza en las personas con autoridad y en las instituciones sociales.

De hecho, el 62%, cuando se trata de dónde invierten su dinero, afirma que las marcas que comunican apertura y vulnerabilidad a sus consumidores tienen más posibilidades de ganarse la lealtad de la Generación Z. Lo mismo puede decirse de la confianza necesaria para la tutoría. La confianza es clave si quieres servir a tus empleados de la Generación Z.

Y muchas veces, para generar confianza, hay que bajar la guardia y dar el primer paso. Cuando la Generación Z puede ver tu vulnerabilidad y te considera humano, no disminuye tu influencia. En todo caso, genera aún más respeto.

Tus empleados de la Generación Z saben que tu vida no es perfecta. Ahora bien, eso no significa que tengas la libertad de hablar sin límites. Todavía tiene que haber profesionalidad en la oficina. Pero sí significa que puedes orientarles tomando un café en el lugar de trabajo y no pretender tener todas las respuestas.

La tutoría ha cambiado desde que empezamos a trabajar. Pero, como puedes ver, eso no siempre es malo. De hecho, la Generación Z está redefiniendo la tutoría en el lugar de trabajo para mejor.

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