Vuelve Estación Podcast del 20 al 24 de mayo: consulta la agenda completa
Empresas

Cómo afrontar la inseguridad financiera tras un despido

Plantéate el despido como una oportunidad para reinventarte.

Foto: Getty

El impacto de un despido va más allá de la pérdida del empleo. También es un golpe financiero. Sientes miedo, humildad e incertidumbre. Aunque las conversaciones tras un despido suelen centrarse en conseguir un trabajo o evitar los despidos, pocas abordan el desalentador reto de gestionar las finanzas cuando desaparecen los ingresos. Con una preparación concienzuda, determinación y acción decisiva, puedes recuperar el equilibrio y trazar un camino a seguir.

La preparación, junto con una buena resistencia, es tu mejor aliado contra las consecuencias financieras de un despido. Puedes empezar por crear un fondo de emergencia, un salvavidas que cubra al menos de tres a seis meses de gastos esenciales como el alquiler, los servicios públicos y la comida. Si tu sector se tambalea, apunta de seis a doce meses para mayor tranquilidad.

Incluso los pequeños ahorros, como 50 dólares por nómina, se acumulan rápidamente si recortas gastos no esenciales como salir a cenar o las suscripciones de streaming. Este fondo de emergencia no es sólo dinero. Es la tranquilidad de saber que puedes respirar sin pánico. Intenta también hacer frente a las deudas con intereses elevados, como tarjetas de crédito o préstamos personales, que pueden asfixiarte cuando se agotan los ingresos. Paga los mínimos de todas las deudas, pero concentra el dinero extra en la de mayor interés para liberar flexibilidad en el futuro. Reducir las deudas es como quitarse un peso de encima, no sólo financiero.

Trabajos y gestión del dinero

Diversificar tus ingresos es otra medida inteligente. Depender de un solo trabajo es arriesgado, así que explora otros trabajos como conducir para aplicaciones de viajes compartidos, dar clases particulares en línea o vender una habilidad en plataformas como Upwork. Para generar ingresos rápidos, apóyate en plataformas de autónomos, agencias de trabajo temporal o aplicaciones de trabajo como DoorDash. Actualiza tu perfil de LinkedIn para indicar que estás dispuesto a trabajar y ofrece servicios a tu red. Incluso un modesto flujo secundario amortigua el golpe de un despido y te da la confianza de que no estás atado a un solo empleador.

Echa un vistazo a tu presupuesto. Calcula en qué se te va el dinero y practica una versión ajustada que dé prioridad a lo esencial. Las aplicaciones presupuestarias como Mint pueden revelar fugas de gasto. Vanguard recomienda que las personas se aseguren de tener entre tres y seis meses de gastos reservados para fondos de emergencia en caso de gastos inesperados o cambios en los ingresos. Además, Vanguard sugiere que los empleados de sectores volátiles o bien remunerados se planteen reservar entre seis y doce meses de fondos, por si se produce un despido, una pérdida importante en el mercado bursátil u otro acontecimiento inesperado.

Indemnización por despido y seguro médico

Investopedia recomienda preguntar a recursos humanos sobre los paquetes de indemnización por despido, la paga de vacaciones no utilizadas y las prestaciones por desempleo. Por lo general, estos paquetes ofrecen una compensación monetaria, una cobertura de seguro continuada o asistencia para la inserción laboral, lo que puede proporcionar un alivio temporal durante un despido.

Nuevas habilidades y cómo pagar las facturas

Invierte en habilidades que te mantengan competitivo, como el análisis de datos o el marketing digital. Un curso rápido en LinkedIn Learning puede ampliar tus opciones, asegurándote de que nunca empiezas de cero. Si te despiden, las consecuencias inmediatas son desalentadoras. Las facturas acechan, los ahorros se reducen y el miedo se apodera de ti. En primer lugar, calcula tu margen financiero: cuánto tiempo pueden cubrir tus ahorros, la indemnización por despido u otros recursos lo esencial en función de tu presupuesto ajustado.

Solicita el subsidio de desempleo de inmediato, aunque esperes encontrar un trabajo rápidamente. Los retrasos en la tramitación pueden salirte caros, así que visita el sitio web de desempleo de tu estado. Aceptar esta ayuda no es debilidad. Es un puente hacia la estabilidad.

Cambia inmediatamente a tu presupuesto ajustado. Cancela suscripciones innecesarias, pausa las compras discrecionales y negocia tarifas más bajas en facturas como las de Internet o teléfono. Una llamada rápida a los proveedores explicando tu situación suele desbloquear descuentos por dificultades económicas.

Recortar gastos resulta humillante, pero es un compromiso temporal para proteger tu futuro. Prioriza estratégicamente las facturas pagando primero la vivienda, los servicios, la comida y los pagos mínimos de la deuda. Si te quedas sin liquidez, ponte en contacto con los acreedores para aplazar los pagos. Muchos ofrecen ayudas por despido si eres sincero. Evitar estas llamadas sólo empeora el estrés.

Aprovecha los recursos de la comunidad para aliviar la presión. Los bancos de alimentos, los servicios públicos o programas como el Programa Suplementario de Asistencia Nutricional (SNAP) pueden estirar tu presupuesto. Busca en tu zona ayudas por despido. No son señales de fracaso, sino que te liberan dinero para la búsqueda de empleo.

Salud mental y seguir adelante

En medio de la tensión financiera, es importante proteger tu salud mental y tu bienestar emocional. Busca recursos gratuitos como aplicaciones de meditación o grupos de apoyo. Recuerda que tu valía no depende únicamente de tu sueldo. Este momento no definirá tu vida futura.

Hay un lado positivo. Mira más allá de la crisis inmediata. Plantéate el despido como una oportunidad para reinventarte. Podría ser una oportunidad de volver a empezar y el comienzo de un nuevo capítulo. Aprovecha este tiempo para averiguar qué quieres hacer realmente con tu carrera y tu vida. Piensa en encontrar sentido y propósito a tu próximo paso.

Las incertidumbres de la vida pueden persistir durante un tiempo, pero si te mantienes fuerte, cultivas la capacidad para afrontarlas. Muchas personas encuentran puestos mejores después de un despido, a menudo con más sueldo o más satisfacción. Steven Spielberg, por ejemplo, fue rechazado tanto por la Universidad de California en Los Ángeles como por la Universidad del Sur de California, pero no dejó que eso le desanimara. Se convirtió en uno de los directores de más éxito de todos los tiempos. Un antiguo director de periódico dijo a Walt Disney que «carecía de imaginación y no tenía buenas ideas», pero perseveró y creó la emblemática marca Disney.

Considera este contratiempo temporal como un desvío, no como un callejón sin salida. Los problemas de dinero ponen a prueba tus agallas. Prepárate ahora, actúa con rapidez y ten fe en que saldrás fortalecido.

Artículos relacionados