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Los mayores errores que cometen los emprendedores primerizos (y cómo evitarlos)

Se cometerán errores, pero con preparación y la mentalidad adecuada, pueden convertirse en oportunidades para crecer

Foto: Getty

Emprender un negocio es emocionante, pero también puede suponer un reto. Veo que muchos emprendedores cometen errores comunes que merman sus posibilidades de éxito.

Ya sea depender demasiado de una sola fuente de ingresos, fijar precios equivocados, gastar dinero en cosas equivocadas o no delegar tareas, estos pasos en falso pueden tener grandes consecuencias. La buena noticia es que se pueden evitar con el enfoque adecuado.

Al principio de mi andadura empresarial, estaba lleno de entusiasmo, pero pronto me di cuenta de que la ilusión por sí sola no bastaba para tener éxito. Cometí algunos de estos errores y, aunque fueron lecciones duras, me ayudaron a crecer. Al compartir estas ideas, espero ayudar a otros a evitar los escollos que yo, y muchos otros emprendedores, hemos encontrado.

1/ Depender de una sola fuente de ingresos

Muchos empresarios dependen demasiado de un solo producto o servicio. Esto puede ser arriesgado, porque si esa fuente se agota, la empresa puede pasar apuros. Durante la pandemia del virus Covid-19, muchas empresas que sólo ganaban dinero con las ventas en persona tuvieron dificultades para sobrevivir.

    En cambio, crear múltiples fuentes de ingresos, como añadir ventas online, servicios de suscripción o productos digitales, puede hacer que un negocio sea más estable. Un buen ejemplo es la industria alimentaria. Los restaurantes que empezaron a ofrecer comida para llevar, servicios de entrega a domicilio y ventas online pudieron no solo sobrevivir, sino prosperar, y continuar con muchas de estas prácticas una vez finalizados los cierres.

    Cuando puse en marcha mi primera agencia de contratación, dependía únicamente de las colocaciones temporales, lo que significaba que cada mes tenía que hacer colocaciones o la empresa no sería rentable. Era agotador e impredecible.

    Me di cuenta de que necesitaba crear más fuentes de ingresos. Eso me llevó a lanzar negocios más pequeños y autónomos. Requerían menos tiempo y capital, pero me daban la posibilidad de diversificar y evitar depender únicamente de una fuente de ingresos. Este cambio no solo estabilizó mis ingresos, sino que también me ayudó a establecer relaciones duraderas con los clientes y ofrecerles más valor a lo largo de sus carreras.

    2/ Fijación de precios

    Fijar el precio adecuado es fundamental. Un precio demasiado bajo puede hacer que su empresa parezca barata y poco rentable, mientras que un precio demasiado alto puede ahuyentar a los clientes.

      La mejor manera de evitar este error es investigar el mercado y entender lo que sus clientes están dispuestos a pagar. Ofrecer diferentes opciones de precios, como paquetes o combos, también puede ayudar a atraer más clientes. Los estudios demuestran que dar a los clientes la posibilidad de elegir entre diferentes opciones de precios puede hacer que una opción parezca más atractiva.

      En el primer año de lanzar mi empresa de redacción de currículos, alcanzamos nuestra capacidad máxima con el número de pedidos que podíamos gestionar. En aquel momento, cobrábamos 149 dólares por currículum, un precio significativamente inferior al del mercado, que oscilaba entre 5 y 3.000 dólares.

      A pesar de ser una de las opciones más asequibles disponibles, estaba claro que habíamos encontrado demanda. El siguiente paso obvio era subir los precios e introducir servicios adicionales adaptados a las necesidades de nuestros compradores.

      3/ Gastar en cosas equivocadas

      Los nuevos empresarios suelen gastar dinero en cosas que no contribuyen al crecimiento del negocio, en lugar de centrarse en inversiones que aporten un valor real. Una forma inteligente de gestionar el gasto es centrarse en estrategias asequibles que den resultados, como utilizar las redes sociales y el marketing de contenidos en lugar de anuncios caros. Puedes conseguir un gran éxito creando una sólida presencia en Internet. Te recomiendo que revises regularmente tu presupuesto para evitar gastos innecesarios.

        Al principio, me di cuenta de que gastaba demasiado en la marca antes de validar la rentabilidad. Conseguí una oficina, hice reformas, decoré y compré muebles, todo ello antes de obtener ingresos constantes.

        En seis meses, tuve que liquidar todo y perdí dinero con el equipo que no se pudo revender. Esa experiencia me enseñó una dura pero importante lección: nunca te centres en el espacio de la oficina ni asumas grandes gastos hasta que el negocio sea rentable.

        4/ No delegar tareas

        Muchos propietarios de negocios primerizos intentan hacerlo todo ellos mismos. Pero, aunque puede llevar más trabajo al principio, delegar en miembros del equipo o en ayuda externa tareas como la contabilidad o el marketing libera tiempo para tomar decisiones más importantes.

          No siempre es necesario contratar empleados a tiempo completo para delegar. Muchas empresas tienen éxito trabajando con autónomos o utilizando herramientas que automatizan tareas, como la programación de publicaciones en redes sociales o la gestión de solicitudes de atención al cliente. Aprender a delegar con eficacia puede mejorar significativamente la productividad y la eficiencia.

          En mi primera empresa, intenté encargarme de todo yo solo, desde la comunicación con los clientes hasta el trabajo administrativo. A medida que aumentaba la carga de trabajo, empecé a excederme y a cometer errores evitables por agotamiento.

          Con el tiempo, me di cuenta de que mi reticencia a delegar estaba frenando mi negocio. Una vez que empecé a confiar responsabilidades a mi equipo, la productividad mejoró y también tuve más tiempo para centrarme en el crecimiento estratégico.

          Cómo pueden ayudar la tecnología y la IA

          La tecnología puede ayudar a los empresarios a hacer crecer sus negocios más rápidamente. Las herramientas que utilizan inteligencia artificial (IA) pueden analizar el comportamiento de los clientes, ayudando a los empresarios a tomar mejores decisiones. La automatización puede reducir la cantidad de trabajo manual necesario, impulsando la productividad y mejorando las relaciones con los clientes. Por ejemplo, los chatbots con IA pueden responder a las preguntas de los clientes a cualquier hora del día, lo que permite a las pequeñas empresas competir con las grandes.

          Las herramientas de IA también pueden ayudar con el marketing. Al analizar tendencias y optimizar campañas, estas herramientas pueden ayudar a los empresarios a gastar sus presupuestos de marketing de forma inteligente y obtener mejores resultados. Además, los análisis basados en IA pueden poner de manifiesto posibles problemas en una fase temprana, lo que ayuda a las empresas a tomar decisiones proactivas.

          Reflexiones finales: Mantenerse flexible

          Iniciar un negocio es un trabajo duro, pero evitar estos errores comunes puede mejorar sus posibilidades de éxito. Diversificando los ingresos, fijando los precios con prudencia, gastando de forma inteligente, delegando y utilizando la tecnología, los emprendedores pueden crear empresas sólidas.

          La clave está en ser flexible, seguir aprendiendo y centrarse en lo que genera resultados reales. Se cometerán errores, pero con preparación y la mentalidad adecuada, pueden convertirse en oportunidades para crecer. Estar abierto al cambio y adoptar nuevas estrategias puede sentar las bases del éxito a largo plazo.

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