El denominado “Food truck” no es otra idea que la de un camión que, de forma ambulante, ofrece comida de diversa índole en las calles de las principales ciudades del mundo.

Esta tendencia –tan americana- surge décadas atrás, pero se vuelve a poner de moda hace unos años gracias a Roy Choi y su marca “Kogi” que distribuyó por Los Ángeles su restaurante ambulante con un éxito rotundo.

La rentabilidad está asegurada: los precios son competitivos, si se sitúa bien el camión puede dar grandes beneficios –en grandes urbes la gente almuerza en el mismo trabajo-, no es necesaria una inversión notable –si se posee el vehículo sería incluso menor- y las redes sociales podrían ser su mejor aliado –por ejemplo publicando su “gastroruta”.

La ley es confusa cuando se trata de este comercio ambulante, dado que muchas ciudades no reglamentan esta forma de negocio. Eso sí, una vez bien aprovechado este nicho en el mundo del catering y llevado a cabo, estamos seguros de que el boom español sería rotundo. Además, este camión de comida no tiene por qué ser sinónimo de “fast-food”.