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Cómo convertir una amistad en sociedad comercial: cinco consejos clave para el éxito empresarial

Si tienes la suerte de encontrar una amistad que te gustaría convertir en una sociedad comercial, estas son mis cinco opciones favoritas.

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A pesar de tener más de una década de amplia experiencia y una pasión aún mayor por mi trabajo, hasta que conocí a Dia Parsons, nunca había considerado tener un socio. Al igual que yo, ella tenía una amplia experiencia en recuperación y salud conductual, tanto como consejera CADC II como en otras áreas de atención especializada de crisis de intervención de alto nivel. La conciencia emocional que requiere nuestro campo puede habernos preparado para la transición a ser socios, pero el camino ha sido, sin embargo, un gran momento de crecimiento para ambos. En el camino, he derramado algunas lágrimas (que valen la pena) y he aprendido algunos consejos.

Si tienes la suerte de encontrar una amistad que te gustaría convertir en una sociedad comercial, estas son mis cinco opciones favoritas:

1. Asegúrate de tener una buena base.

Después de que un amigo en común de nuestro sector me dijera: «Si no se conocen, deberían conocerse», Dia y yo nos conocimos y empezamos a forjar una amistad haciendo senderismo juntos en nuestro tiempo libre de trabajos igualmente exigentes. Nuestras conversaciones abarcaron temas tanto personales como profesionales. Tras descubrir que compartíamos una mentalidad similar en cuanto a la atención en crisis, alojé a algunos de mis clientes en el centro de tratamiento de alta gama donde trabajaba Dia. Fue todo un éxito, y lo recuerdo como una especie de prueba: aún no habíamos explorado la idea de convertirnos en socios comerciales, pero el éxito de esta colaboración inicial fue un trampolín para el futuro.

2. Llama a un entrenador.

Podría ser un estratega, un terapeuta, un psíquico: haz lo que te funcione, pero no intentes hacerlo solo. Cuando fundamos nuestra empresa, trabajamos con un coach empresarial que nos ayudó a identificar y alinear nuestra identidad de marca, imagen, ética y prácticas. Los tres pasamos un fin de semana intenso en Sausalito y el coach nos sacó a la luz muchas verdades difíciles. Fue importante para el lanzamiento de nuestra marca, pero igualmente importante fue la experiencia de fortalecer nuestros vínculos al iniciar nuestra colaboración a nivel personal.

3. Alinearse con la estrategia.

Dia y yo sabíamos que nuestros valores coincidían: compartimos la convicción de que un enfoque de conserjería basado en la compasión y el compañerismo alivia la urgencia y la complejidad inherentes a la atención en crisis y promueve resultados positivos. El siguiente paso fue crear principios rectores basados ​​en la intención para nuestro negocio. Desde el primer día, hemos sido muy claros sobre lo que hacemos, con quién trabajamos y con quién no.

4. Crear sistemas de apoyo.

Hay una razón por la que la gente compara una sociedad empresarial con un matrimonio. A menudo bromeamos sobre cómo pasamos más tiempo juntos que con nuestras parejas. Pero incluso si trabajan juntos y cohabitan, emprender juntos afectará sus rutinas laborales de forma personal.

Quizás uno o ambos estén dejando su trabajo actual. De repente, no hay oficina, ni dispensador de agua, ni familia del trabajo que les recuerde que deben almorzar. ¿Esos sistemas y flujos de trabajo que siempre dijeron que podían mejorar? Ahora ustedes son los líderes, les guste o no.

Antes del lanzamiento, programe reuniones para planificar y prepararse para los cambios que pueda prever (habrá muchos imprevistos más adelante). Si puede, contrate a personas que puedan realizar ciertas tareas mejor que cualquiera de ustedes. Porque incluso juntos, y especialmente a medida que crece, usted y su socio comercial no pueden ser expertos en todo.

5. Aprende a tener conversaciones difíciles.

Aprender a gestionar los problemas de forma productiva y exitosa mientras desarrollamos un negocio juntos, respetando nuestras emociones individuales, ha sido una experiencia de aprendizaje. Sepan que este proceso requiere paciencia. Requiere trabajar individualmente. Implica aprender a identificar sus sentimientos y reflexionar sobre su origen. En una sociedad comercial, las conversaciones difíciles deben resolverse para que ustedes, y la empresa, puedan seguir adelante. También deben reconocer los sentimientos que surgen en su vida personal y saber cuándo es el momento de apoyarse.

Mi último consejo tiene más que ver con la vida que con los negocios: Recuerda celebrar más que tus éxitos; celebra también la vitalidad de tu relación en los momentos más tranquilos. Dia y yo solemos ponernos a pensar en ideas cuando volamos juntos. La conversación puede centrarse en el trabajo, pero menos interrupciones crean una fluidez que inspira ideas y soluciones que tal vez no habríamos encontrado en un entorno más estructurado. Estos son los momentos que te sacan de la rutina y te recuerdan por qué se hicieron socios.

Estamos verdaderamente agradecidos por lo especial que es esta relación laboral, y no es sólo porque comenzamos como amigos, sino también por las formas en que nos ha enriquecido como profesionales y le ha dado más significado a nuestra vida laboral.

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