Avisa de forma inmediata de tu negativa. Para que la empresa pueda buscar cuanto antes a una persona que obtenga tu oferta de empleo. Así, tu “no” evitará molestias corporativas.
Mientras declinas la oportunidad no dejes de decir aspectos positivos que te gustaron en un principio del trabajo, pues así no dejarás un sabor de boca amargo. Aunque si alguna clausula o condición no te han gustado deberás ser sincero y comentarlo, una persona segura y clara siempre es bien valorada.
No hables de empresas ajenas ni compares. Si rehúsas el puesto por otro mejor, no es necesario que lo menciones. Esto evitará posibles molestias y egos empresariales –tan acostumbrados-.
Agradece en todo momento la oportunidad y –si puedes- brinda un postulante que creas capacitado. Así será un no a medias, ya que podrán valorar a una persona confiada por y, que si es apta, dejará un buen recuerdo de tu proceso de selección.