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Resolver los problemas sociales es un buen negocio

Los indicadores que definen la situación son claros y sencillos de comprender, y son indicadores de carácter económico, como cabría esperar: un 42% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, un 11% no está al corriente de los pagos relativos a su vivienda principal, y un 8% no puede mantener su vivienda a una temperatura adecuada.


Es importante que las empresas de todas las regiones del globo analicen los problemas sociales relacionados con sus esferas de actividad, para ser capaces de identificar y desarrollar los “buenos negocios” que pueden estar esperándolas en el proceso de resolverlos. No (o no tan sólo) desde una óptica de Responsabilidad Social Corporativa, sino abiertamente desde la perspectiva del propio negocio.

La propuesta es aproximarse a este colectivo como un segmento más del mercado, estudiarlo, entenderlo, definir ofertas y propuestas de valor adecuadas para atenderlo, y ser capaz de encontrar la abundancia donde normalmente sólo se percibe la escasez.

Y para hacerlo, los expertos y los conocedores de esta realidad no se encuentran en los departamentos de marketing o desarrollo de negocio al uso; tampoco en los gabinetes y las firmas de consultoría. Las empresas deben ir a buscarlas en el sector de la actividad y el emprendimiento social y ser capaces de imaginar, trabajando en equipo, los modelos de negocio oportunos para capturar estas oportunidades.

En España, existe un riquísimo tejido de emprendedores y organizaciones activas en el campo de la acción social, que en muchas ocasiones cuentan con el apoyo económico o material de las actividades de RSC de diferentes empresas, y perfectamente preparadas para dar el salto de acometer estas nuevas cadenas de valor “híbridas” entre el sector empresarial y el de la acción social.

Por un lado, el sector empresarial cuenta con algunas fortalezas que pueden ser valiosas para las empresas sociales, como la eficiencia de sus operaciones, la distribución o el músculo financiero. Mientras, los emprendedores sociales han demostrado su capacidad de innovar reduciendo costes y poseen un profundo conocimiento de aquellos colectivos que se encuentran fuera del mercado tradicional.

¿Algunos ejemplos?

BBVA & Cáritas: La crisis inmobiliaria ha dejado en propiedad de las entidades financieras un volumen elevadísimo de viviendas de precios bajos desocupadas, de difícil venta, y en riesgo de deterioro. BBVA, en una de sus áreas regionales, ha decidido poner a disposición de Cáritas una cartera de estas viviendas para que se ocupen de su conservación y las gestionen cobrando un alquiler social a familias necesitadas. Tras un piloto exitoso en Barcelona, proyectan lanzar el dispositivo en Madrid con el objetivo de llegar a 500 familias. Para BBVA, hubiera sido imposible acometer esta iniciativa sin contar con el conocimiento y la credibilidad de Cáritas en la materia.

Banque Postale&Cresus: En Francia, La Banque Postale ha establecido una alianza con Cresus, una organización creada en 1993 con la finalidad de ayudar voluntariamente a familias en situaciones económicamente difíciles y endeudadas a superar su difícil situación, para analizar y proponer planes de “reestructuración de deuda”. Sin el concurso de Cresus, Banque Postale nunca hubiera sido capaz de identificar tantas oportunidades de evitar dar de baja y recuperar créditos de pequeños importes.

Bancos de Alimentos &ÉpiceriesSolidaires: Hay tres problemas sociales principales relacionados con la alimentación en nuestro país: la malnutrición infantil, la obesidad infantil, y la malnutrición de personas de la tercera edad. De todos es conocida la enorme labor que llevan a cabo los Bancos de Alimentos, organizaciones que actúan como “mayoristas” que recogen de las cadenas de alimentación y que hacen llegar a las entidades del sector social para que éstas los distribuyan a las personas necesitadas.En Francia, los Bancos de Alimentos se complementan con un paso más en la cadena de valor; las cerca de 750 tiendas minoristas de alimentación agrupadas en ANDES (Association Nationale de Developpement des Épiceries Solidaires), que permiten la distribución de productos frescos que las grandes cadenas retiran de sus lineales, con precios de venta al público de entre un 15 y un 30% de los habituales.

El 9 de marzo próximo, varios emprendedores sociales de la red global de Ashoka van a reunirse en Madrid con numerosas empresas del sector de la alimentación, la banca, la salud y el empleo para analizar el estado de la cuestión en España, y desarrollar talleres que, con una mentalidad de innovación abierta, van a identificar y motivar el desarrollo de múltiples iniciativas de negocio en nuestro país, dirigidas a resolver algunos de nuestros problemas sociales más perentorios.

Carlos Abad es Presidente de la Fundación Ashoka en España y Managing Partner de Arthur D. Little.