Si tuviéramos que agruparlo en alguno de los muchos sectores en los que podemos distribuir nuestro espacio laboral, podríamos considerar la propuesta de “oficinas sin sillas” como la más novedosa y arriesgada. Se trata de un concepto en el que no sólo los empleados no tienen una silla convencional como hasta ahora, sino que poseen mesas de tamaños diferentes para poder trabajar sin tener que estar agachado. Esta idea busca que el trabajador posea una mayor comodidad, permitiéndole poder trabajar de pie o tumbado según sus preferencias.
Kathleen Hale es CEO y cofundadora de la empresa Rebel Desk, una compañía estadounidense fundada en 2013 y dedicada a abastecer a las empresas con sus “treadmill desks”. Se trata de desarrollar el concepto mencionado anteriormente y llevarlo aún más lejos: ¿por qué no tener una cinta de correr debajo de nuestro escritorio? “Perdí 28 kilos en un año”, asegura Tory Johnson, colaboradora del show Good Morning America, en su artículo publicado en el New York Post: “mi plan era muy sencillo: comer menos, elegir mejor y moverme más”. Todo ello lo consiguió gracias al uso diario de la cinta de correr de Rebel Desk mientras trabajaba.
Tory Johnson relató toda su historia y sus progresos en su libro “The Shift”, el cuál se convirtió en best seller del New York Times. “No pienso incluso en sentarme para trabajar nunca más. Para los que llegan nuevos a la empresa, no tengo una silla para sentarles, pero una vez que te acostumbras a estar de pie todo el día, la idea de sentarte se convierte en algo extraño”, asegura la periodista en su artículo. De esta manera, se consigue combatir con el sedentarismo y la falta de actividad física hoy en día. “Estoy andando entre 3 y 6 millas diarias (¡desde mi propia mesa!) ya que suelo alternar entre trabajar andando y trabajar sentada”, confiesa Tory Johnson.
Y no todo termina aquí. La empresa holandesa RAAF ha decidido implementar este concepto y llevarlo a su máxima expresión práctica: todo está permitido menos las sillas convencionales. Las oficinas de la compañía están repletas de diferentes formas y figuras en las que los trabajadores se pueden tumbar, recostar o apoyar, a diferentes alturas y formas.
“Perching, por ejemplo, es una gran alternativa a sentarse. Perching está a mitad de camino entre sentarse y estar de pie. La parte inferior del cuerpo está normalmente en un ángulo de 135 grados en comparación con la parte superior, al contrario de los 90 grados de la silla tradicional”, asegura Kathleen Hale. Así, la presión se distribuye a lo largo de la columna de una manera más cómoda que estando de pie.