1. Un sueldo justo
Parece mentira, pero aún hoy hay muchísimas empresas que pagan un sueldo muy bajo a sus empleados. Si quieres que un empleado sea feliz en tu empresa, tienes que pagarle lo que realmente se merece por desempeñar su trabajo. Esto repercutirá de una forma realmente positiva en tu negocio.
2. Saber escuchar
Tienes que saber ver y oír las demandas de tus empleados. Muchos empresarios pasan “de puntillas” por su empresa, desatendiendo los problemas de las personas que trabajan con ellos. Es fundamental para el buen funcionamiento de cualquier negocio que los empleados puedan expresarse libremente y que el responsable del mismo les escuche con la máxima atención y atienda sus demandas.
3. Reconocer todos sus logros
Hay que saber dar una palmada en la espalda en el momento necesario. Muchos trabajadores se sienten frustrados en sus empresas porque sus jefes sólo reconocen las meteduras de pata (cosa necesaria también como toque de atención). Pero es buenísimo cuidar a los empleados valorando sus esfuerzos, sus horas extra, sus logros… No cuesta nada reconocer y valorar todo aquello que se hace bien.
4. Fomentar un buen clima laboral
Cuando una empresa se encuentra difuminada en una niebla de “mal rollo”, eso repercute directamente en los resultados de la misma. La comunicación, y con ello la productividad y eficiencia de los empleados, baja y se desploma de una forma vertiginosa. Por eso es bueno que el responsable de la empresa fomente el compañerismo, la comunicación y él mismo sea el primero en tener una buena actitud para con los demás.
5. Ofrecer ventajas y flexibilidad
Nada mejor que ofrecer ciertas ventajas a tus empleados para que estén felices trabajando contigo: posibilidad de trabajar desde casa si es necesario, flexibilidad en el horario laboral, ventajas de “cheques restaurante”, cursos gratuitos impartidos en el entorno de la empresa…