1. Mostrarte excesivamente simpático o demasiado introvertido
Exagerar los gestos, las risas, las posturas… todo con el fin de parecer la persona más agradable del mundo. Hacerlo de una forma falsa producirá en los que te rodean el efecto contrario. Otro error es dejar que la vergüenza y el miedo se apoderen de nosotros y volvernos de lo más introvertidos. Sé una persona natural, tú mismo en todo momento y muéstrate educado y correcto.

2. No llevar agenda o tarjetas de visita
En un evento de estas características es necesario que lleves algo para apuntar, una pequeña libreta o similar y tarjetas de visita. Es de lo más común dar el teléfono sin más para que la otra persona lo apunte, pero es mucho mejor tener una tarjeta de visita en la que se reflejen tu nombre y apellidos, email, teléfono, empresa y cargo.

3. Hablar de temas controvertidos que no tienen que ver con el ámbito laboral
Un evento de networking no es la charla con amigos en un bar, es algo mucho más serio y que se limita únicamente al ámbito del trabajo. Evita temas como religión, sexo o política. Si no lo haces, una relación profesional que podría haber sido fructífera, puede irse por la borda.

4. Intentar agradar y conocer a todo el mundo
Es mejor hacer pocas relaciones pero buenas, pocas redes pero sólidas. Intentar hablar con todo el mundo en un evento es una perspectiva con la que van muchos principiantes, pero con el tiempo te das cuenta de que aparte de muy difícil, es muy poco productivo y efectivo.