La entidad neerlandesa ING ha llegado a un acuerdo para la venta de su negocio en Rusia a la firma local Global Development, abandonando así de manera efectiva el mercado ruso, tras lo que espera asumir un impacto negativo de 700 millones de euros. El grupo bancario anunció este martes que venderá finalmente su filial rusa al inversor de Moscú, lo que pondrá fin a la presencia de esta entidad en el territorio de Rusia tres años después de la invasión a gran escala a Ucrania.
ING estima una pérdida contable de alrededor de 400 millones de euros derivada de esta operación, con una cifra que representa la diferencia entre el precio de venta y el valor contable del negocio y restaría alrededor de 5 puntos básicos en el ratio CET1 de la entidad, así como un impacto negativo de unos 300 millones por el reciclaje del ajuste de conversión de moneda que no afectará al ratio CET1.
Según los términos del acuerdo, Global Development adquirirá todas las acciones de ING Bank (Eurasia) JSC, haciéndose cargo de todas las actividades y el personal ‘onshore’ rusos. El comprador ha expresado su intención de seguir prestando servicios a los clientes en Rusia bajo una nueva marca.
La entidad ‘naranja’ ha recordado que, desde febrero de 2022, al iniciarse la invasión de Ucrania, ING no ha asumido nuevos negocios con empresas rusas, ha reducido sus operaciones en el país y ha tomado medidas para separar el negocio de las redes y sistemas de ING. Al mismo tiempo, la exposición crediticia total de ING a los clientes rusos se ha reducido en más del 75%.
Asimismo, después de la transacción, ING seguirá reduciendo aún más su exposición ‘offshore’ a clientes rusos, que está contabilizada por otras entidades de ING fuera de Rusia y ascendía a 1.000 millones de euros a 30 de septiembre de 2024.