1. Elementos que influyen directamente en el crecimiento del negocio como los productos, métodos de producción y los trabajadores. Al inicio de cualquier empresa el principal objetivo es conseguir crear un artículo rentable y deseable para los consumidores pero una vez que este factor está resuelto y el proceso de producción está implantado debes conseguir dividir y organizar las responsabilidades del equipo para tener tiempo. Es vital que tu método de producción sea lo más corto, asequible y sencillo posible a fin de ahorrar costes y que los miembros de tu compañía estén motivados y con ganas de alcanzar el objetivo final, y común, del negocio.
2. Desarrollo de sistemas y procesos escalables, repetibles y medibles. Para que los procesos de trabajo y de creación sean más rápidos y rentables es necesario investigar e implementar aquellos sistemas que más favorecen al desarrollo de tu negocio. Contar con una estructura y organización correcta es vital para el buen desarrollo de la compañía.
3. Nuevas contrataciones. Cualquier equipo de trabajo necesita contar con los miembros adecuados para su funcionamiento por lo que es necesario invertir recursos en contratar aquellos perfiles profesionales que puedan interesar, desarrollar y llevar tu negocio a conseguir sus metas. Realizar un proceso de búsqueda exhaustivo es imprescindible para conseguir captar a aquellas personas que realmente pueden aportar cosas y acompañarte en el desarrollo de tu empresa.