1. Tener las agujas de tu negocio funcionando correctamente. Conseguir que tu empresa tenga el enfoque correcto y el sistema de gestión que le permita alcanzar su máxima productividad es vital para que en el próximo ciclo puedas seguir adelante. Tu compañía es como un engranaje de reloj que debe mantenerse engrasado y en buen funcionamiento para lograr alcanzar tus objetivos y llevar tus proyectos a un fin exitoso.
2. Aumentar la responsabilidad. Encuentra un compañero de confianza, dentro del organigrama de la empresa, con quien compartir la evolución de los proyectos y logros de la compañía. Puedes realizar con él esquemas de la evolución y gráficos para tener las distintas metas que os hayáis propuesto organizadas y bien planificadas para poder irlas completando poco a poco.
3. Delegar de forma eficaz. Confía en tu equipo de trabajo y aumenta su responsabilidad sobre los proyectos de tu empresa. Tú conoces sus capacidades y habilidades para saber en qué tareas serán mejores y podrán desarrollar sus cualidades. Para ello debes mantenerlos informados y hacerlos participes de tus decisiones, del enfoque y de los objetivos reales de tu empresa.