1. Están agradecidos. Si sólo centras tus energías en pensar de forma negativa no podrás seguir adelante, trata de pensar que a pesar de lo oscuros que sean tus problemas siempre podrían ser peores y, por tanto, actúa con perspectiva y sin tirar la toalla a la primera de cambio. Si quieres podrás cambiar tu situación.

2. Tratan de aprender cosas nuevas. Piensa en tu forma de actuar para entender en qué puedes haber fallado y cómo podrías cambiarlo para no cometer el mismo error la próxima vez. Un fracaso sólo es una oportunidad que no ha salido bien, no quiere decir que sea la última ni la mejor que vaya a presentarse.

3. Conocen sus debilidades. Las personas tenaces no tratan de ocultar sus debilidades, todo lo contrario, son conscientes de ello y los aceptan con humildad pidiendo ayuda cuando es necesario.

4. Reconocen sus puntos fuertes. Además de tus debilidades es importante que pienses cuales son tus fortalezas. Piensa en aquellas situaciones del pasado que supiste afrontar correctamente y de qué forma lo hiciste para saber qué habilidades debes fomenta.

5. Su objetivo es mejorar. No tires la toalla al primer fracaso, el camino hasta tus metas estará lleno de baches y debes saber enfrentarte a ellos y superarlos. Si algún plan o proyecto no funciona, dale la vuelta, siempre estás a tiempo de cambiar para alcanzar tus objetivos.