
1. No eliges la carrera o formación que te gusta, te guías por otros criterios
Es un error muy común. Muchas personas eligen su carrera o estudios en función de las salidas laborales, de los criterios familiares e incluso porque la nota no les da para poder realizar aquello que quieren. Lucha siempre por aquello en lo que crees, puesto que en un futuro, aunque sea más complicado conseguir un empleo, mantendrás la ilusión y las ganas. Es más fácil moverse por el mundo laboral cuando eres amante y apasionado de un sector que cuando lo haces simple y llanamente por dinero.
2. Piensas que hay un momento en el que dejar de formarse
Piensas que hay un “tope formativo”, es decir, que cuando acabas la carrera, es suficiente. No es necesario hacer otra carrera más, o varios másteres, pero piensa que el saber jamás ocupa lugar, y que lo mejor para tu futura vida profesional es que cuanta más formación y experiencia, mejor. Especialízate, apúntate a cursos, mejora los idiomas… siempre hay algo que perfeccionar para lograr ser el mejor al llegar a tu sector profesional.
3. Tienes una visión irreal de tu futuro laboral
Tanto en positivo como en negativo, tener perspectivas irreales es malo para tu futura vida profesional. Lo mejor es que seas consciente de que probablemente, hoy en día, no sea sencillo conseguir el trabajo tus sueños, pero no lo dejes por imposible. Mantén los pies en la tierra y pelea cada día por aquello en lo que crees.
4. No le das importancia a tu imagen profesional
Aunque ahora mismo veas el futuro laboral (serio) lejano porque estás comenzando a estudiar, piensa que debes empezar a forjar “desde ya” tu imagen. Comienza haciendo tu currículum, pide asesoramiento para mejorarlo en todo lo posible, empieza a hacer contactos en tu sector, crea un perfil en LinkedIn. El momento es ahora, el tiempo pasa mucho más rápido de lo que crees.