No siempre te van a decir todo lo que piensan y tampoco te van a preguntar todo lo que querrían. Principalmente porque si son profesionales no deben salir fuera de los marcos de la ley y hacer preguntas personales a los candidatos.
¿Qué estará pensando sobre mí? Es una pregunta que todos nos hacemos cuando entramos en la sala dónde se va a realizar la entrevista, ya que la primera impresión es muy importante. Ahora, os vamos a mostrar tres situaciones las que los reclutadores jamás te dirán lo que piensan.
1. Estar embarazada. Cuando una mujer está embarazada hay muchas empresas que no quieren invertir en el futuro de la empleada (y de la empresa). Prefieren ocupar su puesto en el momento y que no haya “peligro” de bajas. Un reclutador profesional jamás te preguntará si estás embarazada o si estás pensando en estarlo, pero si ya se te nota físicamente, valorará la situación. Eso sí, si son inteligentes, sabrán tomar la decisión correcta y no dejarse llevar por los rumores o casos específicos que existen sobre las bajas maternales.
2. La imagen personal. Si no acudes bien vestido a una entrevista, puede que los reclutadores se lleven una mala impresión de ti. Ya no solo eso, los tatuajes o los piercings cada vez están más normalizados en el ámbito laboral, pero las empresas más conservadores aún no quieren trabajadores tan modernos.
3. La forma de actuar. Más allá de las aptitudes para el puesto, la personalidad cuenta mucho en una entrevista de trabajo. “Caer bien” al seleccionador es casi esencial para quedarte con el puesto. Por eso las empresas intentan que haya más de una prueba de acceso o que más de una persona te vea antes de ser seleccionado. Ya que, para gustos, colores. Puede que caigas mal al reclutador por tu forma de ser, pero jamás te lo dirá.