La colaboración entre el mundo académico y el profesional es más necesaria que nunca. Y es que las empresas demandan nuevos perfiles, que deben empezar a dibujarse desde la Universidad. Por ello, es vital que exista un acercamiento entre las instituciones académicas y las compañías que permita adaptarse al actual mercado laboral, promoviendo el aprendizaje continuo y el crecimiento conjunto.
Para analizar cuáles son los ingredientes necesarios para afianzar esta alianza entre la Universidad y la empresa, Forbes reunía el pasado mes de noviembre a un grupo de expertas, entre las que se encontraban: Coral Barbas, coordinadora de Universidades CEU; Lourdes Ramos, directora general de Recursos Humanos de Garrigues; y Ana Valdivielso, HR Country Head de GSK.
La encargada de moderar esta conversación era la periodista Elena Salamanca, que preguntaba las ponentes acerca de cuáles son las señas de identidad que definen esta colaboración entre ambos sectores. Coral Barbas ponía el acento en el profundo cambio que ha protagonizado el modelo educativo en los últimos años, el cual ha puesto un mayor foco en la empleabilidad de los alumnos. Esto ha hecho necesario que exista una mayor comunicación entre el ámbito académico y el empresarial, para entender mejor las demandas reales del mercado. “Justamente, para responder a esta necesidad el CEU creó el Consejo Asesor de Empleabilidad, formado por los directivos de recursos humanos de las mejores empresas del país”, exponía Barbas.
Tal y como afirmaba Ramos, la creación de este foro de debate, del que Garrigues forma parte, ha permitido realizar un acercamiento muy enriquecedor entre el mundo de las empresas y el académico, en el que es posible compartir ideas, experiencias… pero, sobre todo, encontrar un punto de unión que genere sinergias entre los dos ámbitos. Para la representante de GSK esto se traducía en el hecho de que los estudiantes ahora cuenten con más información, lo que les permite orientar mejor su vida profesional.
Innovación y desarrollo
Pero, “¿cuál es el impacto real que tiene esta transferencia de talento y conocimiento?”, interpelaba Salamanca a sus compañeras de mesa. En esta ocasión, la primera en contestar era Ana Valdivielso que apuntaba que esta sinergia se traducía en más oportunidades para los estudiantes y los profesionales, ya que contaban con más herramientas para desarrollarse mejor en el ámbito laboral. A estos dos grupos, Barbas sumaba el de los profesores, ya que este diálogo les ofrecía la posibilidad de mostrar a sus alumnos una aplicación real de aquello que les enseñan: “En nuestro caso, por ejemplo, contamos con las aulas CEU Empresa, que se trata de un espacio en el que las compañías pueden plantear casos prácticos, que ayudan a nuestros estudiantes a ‘entrenarse’ para el futuro”.
Por su parte, Lourdes Ramos subrayaba la importancia que tiene este vínculo entre el ámbito académico y el de las empresas para la sociedad en general, ya que impulsa la innovación, la competitividad, la empleabilidad, y la sostenibilidad: “Al final, acerca la Universidad al mundo real, y esto dota a los alumnos de un currículum formativo que está más próximo a lo que demandan las compañías, y les ofrece la oportunidad de empezar a crear una red profesional para el día de mañana”.
En esta misma línea, Valdivielso exponía que en GSK cuentan con un laboratorio para investigar enfermedades del Tercer Mundo, en el que invitan a instituciones y a universidades a trabajar de manera conjunta para encontrar, de una manera más rápida, los fármacos y las vacunas necesarios para erradicarlas. “La colaboración es el motor de la innovación”, destacaba la directiva de GSK.
Cambios y desafíos
En este punto, la moderadora preguntaba al panel de expertas sobre la importancia que tiene contar con la guía de profesionales durante la etapa universitaria. Coral Barbas completaba esta cuestión, añadiendo un nuevo concepto: el de seguir formándose incluso después de acabar la Universidad. “Es crucial reciclarse continuamente, y mantenerse informado de las tendencias del mercado. Algo que los antiguos alumnos del CEU pueden llevar a cabo gracias a programas específicos como CEU Alumni. Nuestro objetivo es acompañarlos a lo largo de toda su carrera profesional”.
La representante de GSK se sumaba a esta reflexión sobre el aprendizaje continuo, e iba un paso más allá, explicando el programa que la compañía biofarmacéutica ha puesto en marcha para formar a sus profesionales en pensamiento crítico. “Queremos aportar valor a las personas, por ello hemos de ayudarlas a desarrollarse más allá del ámbito laboral”, enfatizaba Valdivielso.
No obstante, conseguir que exista un equilibrio entre los objetivos que persigue la Universidad y los de empresa no siempre es sencillo, ya que ambos ámbitos responden a demandas muy distintas. “¿A qué desafíos se enfrentan estos dos sectores para lograrlo?”, preguntaba Salamanca. La directiva del CEU sostenía que en el caso de la universidad es crucial mantenerse fiel a su esencia: “No podemos convertirnos en canteras para las empresas. El reto es integrar bien este conocimiento teórico-práctico con la dotación de valores. Queremos formar a personas, no solo a profesionales”.
Para fortalecer esa unión Ramos apuntaba que se están desarrollando programas de prácticas que ayudan a los estudiantes a entender mejor aquello que se enseña en las aulas, y que a veces pueden parecer “conceptos abstractos”, en especial en el campo del derecho. Esto, añadía la directora general de Recursos Humanos de Garrigues, también favorece el desarrollo de la innovación. Una puntualización con la que se mostraba en línea la representante del CEU, y a la que Ana Valdivielso sumaba la relevancia de contar con proyectos de mentorización.
Tendencias futuras
No en vano, es indudable que el mundo de la educación está cambiando para lograr adaptarse a las nuevas necesidades del mercado laboral. Para Lourdes Ramos este nuevo paradigma dibuja un futuro esperanzador, que abre un camino a la colaboración: “El impacto de las nuevas tecnologías lo está transformando todo. La irrupción de la IA, por ejemplo, podría multiplicar las sinergias entre ambos mundos”. Por ello, tal y como exponía Barbas, es vital unir los dos ámbitos para formar a ciudadanos, no solo trabajadores, que sean capaces de abordar la complejidad de la actual sociedad. “No podemos ir solos. Tenemos que avanzar juntos”, resaltaba Valdivielso.
Como última reflexión, a modo de cierre, la moderadora solicitaba a las participantes de esta mesa de debate que compartieran quiénes habían sido sus referentes a la hora de iniciar su andadura profesional. Coral Barbas recordaba cómo le había marcado una de las profesoras de química que tuvo en el instituto, la cual le había mostrado la importancia del rigor en la ciencia. La directiva de GSK comentaba que ella no había contado con un único referente, ya que a lo largo de su carrera había tenido la suerte de haberse encontrado con muchas personas de las que aprender. Para terminar, Lourdes Ramos señalaba la importancia que tienen los profesores en las futuras elecciones de sus alumnos, en especial durante su etapa universitaria, pero también destacaba el papel que habían jugado para ella muchos de los compañeros de trabajo: “Es crucial rodearse de buenas profesionales, pero también de buenas personas”, concluía la directiva de Garrigues.