Los encuestados de las economías menos desarrolladas – como Pakistán, Jamaica, Honduras y Ghana – están mucho más dispuestos a desarraigarse de su país que trabajadores de las economías más estables. Sin embargo con Francia y los Países Bajos se rompe esa regla: más del 90% de los encuestados franceses y holandeses dicen que estarían dispuestos a ir a vivir al extranjero.
Por el contrario, menos de la mitad de los encuestados estadounidenses, británicos y alemanes se siente de la misma manera. Por supuesto, también influye muchísimo el país al que trasladarse, por ejemplo la mayoría de ciudadanos (no estadounidenses, claro) dicen que donde prefieren trabajar es en Estados Unidos, mientras que para los procedentes de éste país su destino a elegir es Reino Unido.
Entre todos los encuestados, las 10 ciudades elegidas para mudarse por trabajo son Londres, Nueva York, París, Sydney, Madrid, Berlín, Barcelona, Toronto, Singapur y Roma.
La encuesta BCG refleja que el 70% de los ingenieros, en particular los de tecnología de la información y las telecomunicaciones, están dispuestos a ir a trabajar al extranjero. Mucho menos dispuestos los que trabajan en los campos de la salud y el trabajo social, con sólo la mitad de ellos que aceptarían un trabajo en otro país.