Las conexiones a través de videoconferencia, ya sea desde ordenadores o vía teléfono móvil, entre otros soportes han allanado el camino para hacer posible que los negocios puedan tener en sus filas a los mejores profesionales, independientemente de donde estén. Además, estas nuevas posibilidades han convertido el factor geográfico en pura anécdota y la necesidad de disponer de una sede física en una cuestión prescindible.
Con estas reglas de juego, el hecho de no contar con un cuartel general, una oficina al estilo empresarial clásico, no ha sido impedimento para que algunos empresarios consigan brillar con luz propia en el ajetreado mundo de los negocios en la era de Internet llegando a triunfar con sus ideas, incluso en una parcela como la de las franquicias.
Casos como el del grupo Femxa for Business hacen gala de ello abanderando un modelo construido sobre la consultoría en el área de la formación e-learning y a distancia, al que los nuevos empresarios pueden adherirse -formando una amplia red de colaboradores- sin tener que abrir un local físico y gestionando la oferta formativa en la zona específica elegida y con exclusividad.
Otro ejemplo interesante es el proyecto Vestidia. Una fusión empresarial diferente que vio la luz a partir de la idea de dos emprendedores que combinaron conocimientos tecnológicos y moda. El resultado es un negocio libre en cuanto a espacio se refiere, que se articula en la red para ofrecer un servicio de consultas de estilismo y personal shopper.
El ciberespacio ha sido una especie de altavoz o lanzadera para proyectos de marca personal como el de Marta Puig, conocida ya en la red como Lyona (/), quien dejó atrás su estatus de estudiante para pasar a ser un referente en el campo de la producción audiovisual, el diseño gráfico o la escritura. Su “despacho” y sede expositora ha sido ese lugar carente de fronteras como es Internet. Un punto de encuentro que le ha servido para recibir interesantes visitas y propuestas de trabajo, que sonaron bastante bien colaborando en la creación de vídeos musicales de artistas como Love of Lesbian.
En el caso de las grandes corporaciones y alguna que otra no tan grande, la tecnología ha posibilitado dar un paso más en la implantación de fórmulas en las que el espacio es una cuestión secundaria. El formato del teletrabajo ha entrado en los planes de los empresarios de gigantes como IBM, que figura como la mercantil que más lazos contractuales tiene en España bajo esta modalidad. Toda una red de equipos profesionales que operan desde sus domicilios o cuentan en zonas próximas con oficinas satélite en las que coordinar las tareas.
Empresas como Apple también apuestan por esta fórmula. La compañía de la manzana ha realizado una importante inmersión en esta forma de entablar relación con sus empleados, eso sí aplicando un exhaustivo programa de supervisión para evitar que la distancia se convierta en problema y acabe por derivar en olvido. La compañía americana incorpora así modalidades de trabajo nómada acompañadas del envío durante las jornadas de trabajo de “preguntas sorpresa” a sus empleados o determinadas llamadas que aseguren que están operativos.
En el caso de Repsol, la enseña cuenta con una blog especializado en esta temática en el que informa a trabajadores e interesados sobre las novedades laborales y normativas que les permitan conocer el escenario en el que se mueven, aunque éste esté a cientos de kilómetros.