Llevar el apellido Matutes marca tu destino, aunque existen diferentes caminos para llegar a él. Desde que su padre –Abel Matutes Juan– le pasara el testigo de la dirección de Palladium Hotel Group, allá por 2007 cuando la compañía se llamaba Fiesta Hotel Group, Abel Matutes Prats ha tenido claros sus objetivos: crecer en habitaciones y buscar nuevos destinos, pero siempre con su propia seña de identidad. El empresario habla sobre BLESS Collection Hotels, la nueva marca del grupo, y de como ha sido su trayectoria durante sus más de 10 años al frente de la hotelera.
¿Qué diferencia a BLESS Collection Hotels del resto de marcas del grupo?
Dentro de la cadena no teníamos cubierto el segmento 5 estrellas gran lujo y con BLESS hemos llenado ese vacío. Es una marca urbana y vacacional.
BLESS Madrid, BLESS Ibiza, BLESS…
Nos gustaría que la marca tuviera presencia en ciudades como Nueva York, Lisboa, Miami, París, Roma o Londres. Pero también a nivel nacional, como en Mallorca o Marbella. No obstante, firmado no tenemos nada todavía, aunque hay muchas cosas en movimiento. Lo que si sabemos es que BLESS tiene mucho potencial de crecimiento y tenemos ganas de que crezca.
¿Cómo crece el grupo?
Seguramente, en número de habitaciones y por orden, las marcas que más están creciendo y que más van a crecer son Grand Palladium –acabamos de inaugurar el Palladium Costa del Sol–, TRS –en menos de un año abriremos el primer TRS en Europa, en concreto, en Ibiza–, BLESS y Only You –marca con la que próximamente estaremos en Valencia, Sevilla o Málaga.
Para diferenciarse de la competencia ofrecen experiencias, “no solo una cama, un baño y una televisión”. ¿Qué factores les han llevado a esta conclusión?
Nos dimos cuenta de que antes, más o menos, todos ofrecíamos precisamente eso: una cama, un baño y una televisión. Sin embargo, llegó un momento en el que no podíamos competir con otros destinos que podían ofrecer lo mismo que nosotros pero mucho más barato, principalmente, porque perderíamos mucho dinero. Por lo que, tuvimos que renovarnos para diferenciarnos. Cuando empezábamos a hacerlo, hubo un segundo factor, la aparición de Airbnb, que hizo reafirmarnos en este planteamiento. Una cama, un baño y una televisión también te lo ofrece cualquier casa de Airbnb y, en algunas ocasiones, las localizaciones son más céntricas. Además, este tipo de alojamiento, por cuestiones fiscales o una normativa más laxa, pueden ofrecer precios más competitivos que los hoteles. Por tanto, no eres competitivo tampoco con Airbnb sino ofreces algo más. El movimiento del mercado nos impulsó a ofrecer una experiencia.
¿Qué relación mantienen con sus competidores en España?
La competencia siempre te hace mejor. Entre los grupos hoteleros en España, además de sana, es amistosa. Todos dentro del sector tenemos claro que debemos remar hacia el mismo lado porque si a todos nos va bien, nos irá mejor, y si a alguno le va mal, es bastante difícil que al resto les vaya bien. Tenemos que luchar en conjunto para que la regulación y la normativa sean las que más favorezcan a este mercado, porque creo que España no siempre tiene claro lo importante que es el turismo a nivel nacional.
Su padre fundó el grupo a finales de los años 60. ¿Qué ha aprendido de él?
Mucho. La prudencia es una de las cosas que mi padre tiene más interiorizada, algo que admiro y agradezco, porque yo he sido más lanzado durante mucho tiempo y es necesario contar con alguien que te de consejos para intentar tener los pies en el suelo y que te inculque más responsabilidad a la hora de tener que afrontar un fracaso. Además, su capacidad de gestión y de análisis es fantástica. Y, por supuesto, ser una persona que forme equipo y sea ético. Mi padre es el que más trabaja en la compañía, y lo increíble es que lleva 50 años siendo el que más trabaja. Es el primero en dar ejemplo.
¿Qué destaca de la visión de negocio de su padre?
Si hubiera estado en el momento que mi padre emprendió esta aventura, hubiera hecho lo que él hizo porque era lo que había que hacer. Es cierto que cuando entras en una rutina y llevas 30 o 40 años haciendo lo mismo es difícil cambiar, pero mi padre ha sabido delegar para que otras personas cambiasen en función de las exigencias del mercado.
Ganarse la confianza del cliente es importante, pero mucho más es mantenerla, ¿o no?
En Palladium Hotel Group fomentamos que nuestros huéspedes vuelvan a nuestros alojamientos pensando que han estado en el mejor hotel de su vida, pertenezca a la marca que pertenezca. Pero, para nosotros, es más difícil ganarlo que mantenerlo. Lo importante es que nos prueben, porque mantenerlos ya lo sabemos mantener, y lo hacemos bastante bien.
Si tuviera que elegir uno de sus hoteles para vivir…
Es muy difícil. Quizás por la ciudad en la que se encuentra y por el tipo de hotel que es –tiene una ubicación espectacular–, elegiría BLESS Hotel Madrid. Siempre digo que soy madrileño de adopción y elección. Pero, al que más cariño tengo es a Hard Rock Tenerife, porque es el que más les gusta a mis hijos y creo que es en el que mejor se lo pasan. Y, por lo que significó para la compañía, Ushuaïa Ibiza Beach Hotel, pero para vivir en ese hotel… (risas).
¿Cómo describe al grupo?
Cliente, lo más importante con diferencia. Experiencia, los huéspedes se llevan recuerdos de las experiencias que viven durante su estancia en nuestros hoteles. Y excelencia.