1. Acudir acompañado de alguien conocido
Si vas al evento en compañía de algún amigo o compañero por vergüenza, debes saber que estás cometiendo un enorme error. Al hacerlo te estás aislando de una forma voluntaria, ya que es probable que pases más tiempo hablando con esa persona que conoces que intentando conocer a gente nueva, que es precisamente la finalidad de éste tipo de reuniones.

2. No llevar encima tarjetas de visita
Es un básico. Cuando lleves un rato charlando con una determinada persona y hayáis llegado a algún punto en común o descubierto algo que puede interesaros a ambos, es el momento de intercambiaros vuestros números de teléfono, email… hacerlo sin una tarjeta queda de todo menos profesional.

3. Tener la intención de conocer (y caer bien) a todo el mundo
En un evento de estas características no puedes pretender conocer a todo el mundo o que todo aquel con el que hables acabe deseando seguir el trato contigo. Ve con las expectativas reales, sabiendo que probablemente conozcas e intercambies tarjetas con una, dos o como mucho tres personas.

4. Interrumpir en una conversación
A veces puedes estás tan nervioso que intentas (aunque no sea de malas formas) entablar conversación sea como sea y que se fijen en ti. No interrumpas por nada del mundo en una conversación, escucha con atención todo lo que tienen que contarte, porque además puede ser de lo más interesante para ti. Por supuesto ni que decir tiene la falta de respeto que resulta si además te intentas integrar interrumpiendo una conversación de la que ni siquiera formas parte.

5. Mostrarte exageradamente simpático
Al igual que en el punto anterior, los nervios pueden jugarte una mala pasada y puedes intentar aparentar una excesiva simpatía que no te beneficia para nada. Sé agradable, respetuoso, atento. Pero sobre todo, sé tú mismo.