En esta entrada, Jones se ha referido al negocio que supone la venta de seguidores falsos para engrosar la cantidad de “likes” en una página de Facebook. “Además de las medidas técnicas, nos valemos de otros métodos para que el spam en nuestra plataforma resulte cada vez menos rentable”, dice Matt.

“Los spammers que se ocultan detrás de los falsos ‘me gusta’ tienen un objetivo: lucrarse con el dinero de los administradores de las páginas sin ofrecerles nada a cambio”, asegura. “Ellos extraen beneficio de prometer y generar ‘likes’ a los administradores de página que no entienden que los falsos ‘me gusta’ no le aportarán ningún beneficio a su negocio”.

Cuando la empresa Facebook es consciente de una de estas actividades fraudulentas, trabaja “para eliminarlos y prevenirlos”. Es decir, se bloquean las cuentas y se eliminan los falsos “likes”. “La actividad fraudulenta en Facebook es mala para todos. Contamos con un incentivo muy grande para perseguir a quienes cometen estas infracciones, porque los negocios y las personas que interactúan en nuestra plataforma buscan resultados y conexiones reales, no falsos”, sentencia Jones.