Una de las preguntas que surge cuando se plantea la situación real de las criptodivisas es a cuánto asciende el volumen de personas que las utilizan como medio de intercambio para la adquisición de bienes y servicios. Si nos centramos en bitcoin –la moneda virtual por excelencia– existen 32 millones de billeteras, que pertenecen a unos 25 millones de usuarios. Se trata de una cantidad relevante pero que podría ser superada con creces por Libra si Facebook es capaz de solventar los problemas regulatorios. A mucha distancia de bitcoin –con una capitalización que ronda los 186.000 millones de dólares– se encuentran Ethereum y Riple XRP, que juntas superan tímidamente los 30.000 millones.

Existen determinadas regiones en las cuales las criptodivisas están creciendo con vigor, especialmente en aquellos estados fallidos donde la inflación es una habitual compañera de viaje obligando a los ciudadanos a poner el dinero a buen recaudo huyendo de la moneda local. Venezuela, Bolivia, Brasil e incluso Colombia son países donde el bitcoin experimenta un mayor crecimiento de usuarios, tendencia que también se observa en África. Según los datos de Google Trends, tres naciones africanas, Nigeria, Ghana y Sudáfrica, se encuentran entre los primeros países en buscar la palabra clave ‘bitcoin’ en internet.

Los críticos con la expansión de las divisas virtuales insisten en que el principal riesgo que presentan estas monedas es que permiten eludir a la justicia a las organizaciones de crimen organizado y que, además, son susceptibles de ser sustraídas por hackers. Según un reciente informe de la compañía Cipher Trace, los ciberdelincuentes se han embolsado 4.260 millones de dólares de forma irregular, la mayor cantidad de la historia.