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Nuestra ginebra de ‘toda la vida’

En pleno siglo XXI, Gin MG mantiene intacta su receta original y, por tanto, ese mismo sabor de siempre que la convierte en una ginebra única.

De unos cuantos años a esta parte, la ginebra –o más exactamente el gintonic– ha reinado en las sobremesas y las noches de medio mundo. Y por muy saturado que pueda parecer que está el mercado, la realidad es que no dejan de surgir nuevas marcas constantemente como por arte de magia. Sin embargo hay otras que siempre han estado ahí, o por lo menos desde hace mucho, y que se han ganado su prestigio a base de destilar experiencia y calidad. Y no siempre hace falta mirar a tierras británicas para encontrarlas, ya que en España podemos sacar pecho y presumir de maravillosos espirituosos con mucha historia, gracias a creaciones como Gin MG.

Y aunque esta ginebra se empezó a elaborar en 1940, sus orígenes hay que buscarlos casi un siglo antes. MG Destilerías nació en 1835 en la rambla principal de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), en el corazón de la ciudad, con un objetivo claro: convertirse en un referente nacional en la elaboración de jarabes y horchatas. Tomando ese punto de partida, siguieron experimentando en la elaboración de destilados de la máxima calidad y en 1880 empezaron a crear aguardientes y licores, poniendo de manifiesto el carácter innovador de sus fundadores –la familia Giró–, que siempre buscaban nuevas propuestas de consumo para el mercado español. Buena prueba de ello es que cada vez fueron elaborando productos más complejos –como el brandy, por ejemplo– y que fueron de los primeros en aventurarse, ya en 1923, en producir bebidas carbonatadas, concretamente sifones; algo que quizá hoy no parezca una hazaña, pero créanos que era tremendamente complejo en aquella época.

Nacimiento de Gin MG

Pasaron los años y Pedro Giró, alma máter de la compañía, le dio el relevo a su hijo Manuel, quien tomó las riendas con una clara idea en mente: crear la ginebra perfecta. Y ésta nació en 1940 bajo el nombre de Gin MG y con una receta que era excelencia en estado puro: alcohol de cereales de la máxima calidad y destilación de bayas de enebro que eran recogidas a mano en los campos propios de la familia. Y todo ello elaborado con el método tradicional London Dry Gin en alambique de cobre.

Gin MG empezó a distribuirse en el norte de España para no hacer la competencia a la ya existente Gin Giró. Y en esta zona desde el principio se valoró mucho (y se sigue valorando) su calidad y su corte seco, haciendo de ella una bebida de renombre desde entonces, considerada por los lugareños como una ginebra de “toda la vida”.

Tal fue su éxito que llegó un momento en el que la compañía necesitaba más espacio; así que decidieron mudarse en los años sesenta a la carretera de Cubelles (dirección a la Mancomunitat Penedés-Garraf), pero permaneciendo fieles a los valores de su ubicación original. Un cambio de instalaciones que vino acompañado del lanzamiento de nuevos productos. Así, en 1965 y adelantándose a las tendencias de consumo nacionales, se empezó el complejo proceso que implica la elaboración del whisky bajo la marca Whisky MAG: malteado, germinación, fermentación, destilación, envejecimiento y blend.

Crecimiento y expansión

La familia Giró siempre había demostrado una gran visión de negocio, y fue en los noventa cuando dieron un paso decisivo: viajar a Cuba e iniciar nuevas actividades comerciales, como una embotelladora de refrescos o algunas discotecas, entre otros. Por eso en 1996 se creó MG Cuba con el objetivo de importar y distribuir sus productos más allá de nuestras fronteras. Hoy, la compañía goza de mucho reconocimiento y contactos en la isla caribeña.

El packaging de Gin MG siempre se ha cuidado al máximo. Así de bien (y así de retro) luce hoy en día.

Otro movimiento estratégico de MG Destilerías, esta vez mucho más reciente, fue la adquisición en 2016 de una mayoría del capital de Amer Gourmet, empresa familiar que distribuye y construye marcas en España desde hace dos generaciones. A partir de entonces es cuando Gin MG empieza a distribuirse a nivel nacional de forma más activa. Actualmente, su destilería se encuentra a las afueras de Vilanova, en la calle de Miquel Guansé, y cuenta con unos cincuenta trabajadores.

Cuidar la imagen

Ya hemos visto cómo los Giró no se achantaban frente a los retos y cómo estuvieron en la primera línea de la innovación. Y no solo a la hora de hacer destilados… A mediados del siglo XX la empresa ya contaba con todos los departamentos que hoy día conocemos, incluidos el de Comunicación y Marketing, algo que seguramente a mucha de su competencia le sonaría a chino. Muy pocas destilerías hacían anuncios entonces y sin embargo MG Destilerías ya empezaba a promocionar las bondades de Gin MG.

También fueron conscientes, antes que la mayoría, del valor de un buen patrocinio deportivo –en 1985 Perico Delgado ganó con el maillot de Gin MG la Vuelta a España y también esponsorizaron al equipo de Baloncesto del Espanyol en la temporada 86-87– , así como de la importancia de un cuidado packaging, el cual se ha ido modificando a lo largo de los años para adaptarse a los nuevos tiempos. Lo que permanece igual es su receta original, fiel al legado de una rica historia de la que no todas las marcas pueden presumir.