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Empresas

La innovación como único camino

Fachada del centro de innovación que Angulas Aguinaga tiene en Irura (Guipúzcoa, País Vasco).

‘Renorvarse o morir’. Este podría ser el dicho que define la historia de Angulas Aguinaga, una compañía con casi 50 años de historia que hoy continua trabajando con la misma ilusión que el primer día para ofrecer los productos de pescadería moderna con los mejores estándares de calidad.

Corría el año 1974 cuando varias empresas familiares con larga tradición en la pesca y comercialización de la angula decidieron unir sus esfuerzos y crear Angulas Aguinaga. Durante los primeros años la actividad de la compañía fue exitosa, pero en la década de los 80 la captura de la angula empezó a caer drásticamente, de manera que Angulas Aguinaga pasó de comercializar un millón de kilogramos de angulas en 1977 a 100.000 kilogramos en 1989.

Ante un problema de tal magnitud, Angulas Aguinaga buscó una solución alternativa y de calidad para mantenerse en el mercado, decidiéndose por la creación de un sustituto natural de angula.

Reinventarse como única opción

La drástica caída de la captura de la angula puso a Angulas Aguinaga en una posición complicada. Sin embargo, la inspiración le llega desde el sudeste asiático.

En 1988 la compañía inicia el desarrollo de una intensa labor de investigación hasta dar con el producto final y la tecnología necesaria para crearlo. Dicha tecnología se implanta en una fábrica de última generación ubicada en Irura (Guipúzcoa), la primera de surimi de Europa, cuya producción multiplica por siete el volumen de ventas respecto a la angula.

Así, Angulas Aguinaga lanza al mercado en 1991 La Gula del Norte®, un sucedáneo de angula a base de surimi y dos años más tarde emite la primera campaña de publicidad de este producto en televisión. En 1996, continuando con su apuesta por la innovación, la compañía presenta sus primeras raciones preparadas “CALENTAR Y LISTO” de La Gula del Norte®. Y con el nuevo siglo, Angulas Aguinaga amplía la gama de productos en base a surimi con Krissia®, un sucedáneo de cangrejo, y presenta un nuevo envase –cómodas bolsas individuales que permiten ver el producto– de las raciones de “CALENTAR Y LISTO” . Un año después, lanza Sololomos, porciones de merluza, salmón o bacalao listas para cocinar, sin piel ni espinas. En 2007 presenta Pulpo por Angulas Aguinaga y un nuevo envase para La Gula del Norte® con dos cavidades y divisible en dos porciones individuales. Y en 2008 lanza KING ARTIK, la nueva gama de colas de langostino y langostinos enteros listos para consumir.

Además en 2008, la compañía inaugura la planta de Burgos de 14.000 metros cuadrados y, posteriormente, adquiere accionarialmente unas instalaciones de más de 7.000 metros cuadrados en Cambados (Pontevedra).

En 2017, lanza Aguinamar®, la nueva marca que recoge la experiencia de la compañía en soluciones de pescadería moderna, que nace con la premisa de ofrecer al consumidor una forma fácil y rica de disfrutar de productos del mar de calidad. Las referencias que incluye son: mejillón, pintxo donostiarra, pintxo de marisco, langostino, pulpo, bacalao y aros de mar. Y este mismo año presenta “Alminuto”, tres referencias de La Gula del Norte®: con gambas, al ajillo y con setas.

Su principal activo: el consumidor

Durante los últimos cinco años, Angulas Aguinaga ha continuado trabajando al servicio del consumidor con la apuesta constante por una cocina más innovadora y funcional, capaz de adaptarse a las necesidades de este.

Primer envase de La Gula del Norte presentado en 1991.

La compañía ha sabido complementar sus ideales con las exigencias del mercado, manteniendo sus valores de liderazgo, desarrollo profesional de su plantilla, productos de calidad, compromiso, integridad y responsabilidad.

Su evolución y apuesta permanente por la innovación y la calidad –para ofrecer nuevas y mejores soluciones al mercado de la alimentación y a los consumidores basadas en productos del mar de alta calidad que sean cómodas y fáciles de preparar– han sido avaladas con diferentes reconocimientos como el Premio a la Innovación Alimentaria de Euskadi y el Premio Innovation Quality Awards en Euskadi, ambos recibidos el pasado año. Y es que Angulas Aguinaga cuenta con un departamento de calidad propio, cuyos procesos de fabricación son controlados según los requisitos más estrictos de seguridad alimentaria certificados según las normas BRC, IFS y habiendo sido la primera empresa en el mundo en obtener el certificado ISO 22000. Asimismo, recicla los residuos de envases mediante un Sistema Integrado de Gestión.

El buen momento que atraviesa Angulas Aguinaga queda garantizado por sus resultados: cerró 2017 con un crecimiento del 9% respecto al año precedente, hasta alcanzar los 162 millones de euros de facturación. Además, las ventas internacionales –distribuye sus productos en siete mercados más aparte del español– suponen un 8% de la facturación total, que esperan aumentan hasta un 25% en los próximos años. Toda una declaración de intenciones.