Muchas veces las ideas más disparatadas han sido las que han salido triunfantes. Y es que el riesgo, como es bien sabido por la mayoría de los emprendedores, es un factor que puede jugar tanto a nuestro favor como en contra. Eso debió de pensar Jeff Bezos cuando en septiembre del año 2000 decidió crear una empresa destinada exclusivamente a realizar viajes interestelares y enfocada al turismo espacial.
Blue Origin, que así es como se llama la empresa del fundador de Amazon, fue creada como consecuencia de su gran interés hacia el espacio y el universo que nos rodea. Y es que a pesar de estar graduado en Ingeniería electrónica, Jeff Bezos perteneció a numerosas asociaciones relacionadas con el espacio, llegando a ser incluso presidente de la Asociación de Estudiantes por la Exploración y Desarrollo Espacial en Princeton.
La compañía se fundó la intención de “llevar al espacio a toda aquella persona que lo desee”. De hecho, tiene una serie de proyectos para construir hoteles, parques y pequeñas ciudades pudiendo ser habitadas por 2-3 millones de personas y que orbiten alrededor de la Tierra. Incluso pareciendo una idea bastante alejada de la realidad, Blue Origin hizo publicó en septiembre de 2011 que estaba en proceso de construcción de un vehículo que pudiese desplazarse por el espacio a un coste mucho más reducido pero aumentando la seguridad de los tripulantes.
No obstante, esta idea no es nada nueva en Jeff Bezos. En 1982 fue entrevistado por el Miami Herald en el que, con apenas 18 años, ya mencionaba su idea de construir una ciudad espacial que pudiese albergar a muchas personas. “La intención principal era la de preservar la Tierra”, confesó el señor Bezos.
Igualmente, posee la patente de dos plataformas de vuelo de baja altitud: Charon y Goddard. La primera de ellas está formada por potentes motores obtenidos de los conocidos Rolls-Royce VIper Mk. 301. Con él se realizó el primer vuelo llevado a cabo por dicha empresa en marzo del 2005, realizando cinco pruebas más con otros prototipos entre 2005 y 2012. Sin embargo, y aún pareciendo una compañía bastante visible, todos sus planes, proyectos y prototipos los mantienen en secreto hasta que no se han comprobado en numerosas ocasiones. Es por ello por lo que Blue Origin se ha convertido en una empresa realmente poco conocida.