Empresas

La gran diversificación

Según Bloomberg Energy Finance, las grandes petroleras duplicaron las operaciones de adquisición e inversión en negocios vinculados con las energías renovables en 2016 y, aunque sus pasos –sobre todo si los comparamos su facturación– son pequeños, también es cierto que en los últimos 15 años se han gastado más de 6.000 millones de dólares. Enrique Arriols, director de la Práctica de Energía de la aseguradora Marsh en España advierte también sobre las posibilidades de la energía geotérmica, que requiere la perforación de pozos, para unas empresas tan expertas como los gigantes de los combustibles fósiles.

Grandes imperios del ‘oro negro’ como Exxon han invertido más de 700.000 millones de dólares en proyectos gasistas desde 2006 en todo el mundo. Exxon y Shell ya producen, según sus estimaciones, más gas que petróleo y BP espera poder hacerlo en los próximos años. Temen que los vehículos híbridos y eléctricos recorten en ocho millones de barriles el consumo de crudo en las próximas décadas. Saben que, de todos modos, la electricidad habrá que sacarla de alguna parte y que el gas es un firme candidato, porque es abundante y porque genera muchas menos emisiones que el petróleo.

El siguiente frente de diversificación de las petroleras consiste en posicionarse como distribuidoras y comercializadoras de electricidad. Repsol anunció que acababa de firmar la inversión de 750 millones de euros para comprarle a Viesgo parte de sus negocios no regulados de generación de electricidad –un total de 2.350 MW repartidos en dos ciclos y tres hidroeléctricas– y su comercializadora de gas y electricidad, con 750.000 clientes. No fue un movimiento aislado. Shell adquirió en enero la octava comercializadora de electricidad de Reino Unido y después tomó posiciones en una firma holandesa especializada en parques eólicos en alta mar. La francesa Total se hizo en abril con una participación mayoritaria en la comercializadora de electricidad Direct Énergie por 1.400 millones de euros.