La compañía japonesa de automoción Mazda ha anunciado la puesta en marcha de un proyecto conjunto de investigación con Saudi Aramco (la empresa petrolífera estatal de Arabia Saudí) y el AIST (Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada de Japón), que tiene el doble objetivo de hacer más eficientes los motores de combustión interna y reducir las emisiones de dióxido de carbono. El proyecto se centrará en el desarrollo de un combustible de bajo contenido en carbono por parte de Saudi Aramco y en la investigación de motores de combustión interna de alta eficiencia susceptibles de utilizarlo por parte de Mazda y el AIST.
La intención de Mazda es reducir sus emisiones reales de dióxido de carbono en el mundo teniendo en cuenta todo el ciclo, desde la fuente de energía hasta el funcionamiento del vehículo. El promedio que se propone reducir es del 50% con respecto a los niveles de 2010 para el año 2030, y del 90% en 2050. En el año 2035 el 84% del parque móvil mundial seguirá utilizando motores de combustión interna. Junto al desarrollo de tecnologías eléctricas e híbridas, Mazda dará continuidad a los esfuerzos para perfeccionar el motor de combustión, porque seguirá presente en la mayoría de los coches del mundo en los años venideros y, por ello, es el que tiene más potencial para reducir las emisiones reales de dióxido de carbono.
Paralelamente a su investigación con Saudi Aramco y AIST, Mazda ya ha anunciado que comercializará en 2019 el nuevo motor de combustión SKYACTIV-X con el nuevo Mazda3. Este motor presenta una tecnología revolucionaria que utiliza la gasolina como combustible y logra mejorar la eficiencia llegando a alcanzar un 30% más de potencia junto a un 30% menos de emisiones y consumo, respecto a los motores SKYACTIV actuales. Los resultados en el motor de combustión se combinarán con tecnologías de electrificación efectivas.
A partir de 2019, Mazda iniciará la introducción de vehículos eléctricos y otras tecnologías de propulsión eléctrica en aquellas regiones con porcentajes elevados de generación de energías limpias o que impongan limitaciones de determinados vehículos con el fin de reducir la contaminación de la atmósfera. Mazda tendrá así en cuenta las necesidades de cada cliente y la situación energética y de consumo en cada país. Con este fin, ofrecerá una paleta tecnológica variada para suplir las necesidades de cada perfil de cliente y reducir las emisiones reales a nivel mundial.