Aunque es ingeniero aeroespacial, el medio de transporte que utilizan los trabajadores de su empresa, se desplaza sobre tierra firme. El vehículo no tiene alas y su único sistema de propulsión son las piernas de los conocidos como riders, los conductores de las bicicletas que entregan, a golpe de pedal, casi cualquier tipo de mercancía en el domicilio de los clientes de Glovo.
Cuando Óscar Pierre fundó junto con su socio, el británico Sacha Michaud, la startup de reparto en el 2015, tenía tan solo 23 años. Desde entonces, este emprendedor catalán y su equipo han convertido 120.000 euros de inversión inicial en cifras de facturación que superaron los 17 millones de euros el año pasado. La compañía opera en más de 60 ciudades de 17 países y los 115 millones de euros que han recibido el pasado mes de septiembre de manos de fondos de inversión internacionales servirán para afianzar su presencia en Europa, Oriente Medio y África.
El de Pierre es un buen ejemplo de éxito empresarial, pero no es, ni mucho menos, el único en el ecosistema de startups patrio. Su nombre forma parte de una lista más extensa de jóvenes (y no tan jóvenes) que han lanzado una o varias empresas tecnológicas punteras dentro y fuera de nuestro país. No es solo que la actividad emprendedora esté en auge en España –un 6,2 % de la población tiene un negocio incipiente–, sino que, como revela el último informe Global Entrepeneurship Monitor o GEM, la tasa de empresas consolidadas –con más de dos años y medio de vida– ha alcanzado el 7%, situándose por encima de la media europea.
Las cifras están respaldadas por ideas innovadoras, modelos de negocio sustentables y mentes inquietas como las de Jaime Farrés (26 años) y Marc Soler (25 años), los cofundadores de 21Buttons, una especie de red social de moda donde pueden comprarse prendas y accesorios de distintas marcas. La firma nacida en 2015 y presente ya en Italia, Alemania y Gran Bretaña cuenta con el apoyo económico de Banco Sabadell y Mediaset y ha cerrado este verano su cuarta ronda de financiación: una inyección de 14,5 millones de euros para penetrar en el mercado estadounidense.
Dada su trayectoria, no es de extrañar que los nombres de Farrés y Soler se hayan colado en la categoría retail and ecommerce de la lista ‘30 under 30: Europe’, elaborada por la edición estadounidense de esta revista, que recoge los casos de jóvenes europeos sobresalientes en diferentes sectores. En el mismo recopilatorio figura, aunque esta vez en el área de la tecnología, el ingeniero Javier Agüero (26 años), fundador, entre otras, de la startup Geeksphone, fabricante del primer móvil español con sistema operativo Android e involucrado en otros proyectos como la empresa de realidad virtual Future Lighthouse y el asistente de voz galo Snips.
Agüero ha sido seleccionado también por el think tank francés Instituto Choiseul como uno de los 100 líderes económicos españoles del mañana, elegidos en base a criterios como su trayectoria profesional, influencia, reputación, potencial y liderazgo. La lista incluye también a otros profesionales destacados del ecosistema emprendedor como María López Valdés, consejera delegada de la startup Bitbrain, y Rebeca Minguela, fundadora de las empresas Blink Booking (adquirida por Groupon en 2013) y Clarity, un sistema de rating corporativo.
“Los emprendedores que triunfan son resilientes, adaptables, apasionados, sensatos, capaces de seducir a clientes, empleados e inversores y escuchar al mercado”, explica a Forbes Javier Megías, CEO y fundador de la plataforma de inversión en empresas emergentes Startupxplore. Advierte, sin embargo, que, aunque poseer muchas cualidades es “condición necesaria” no es suficiente para asegurar el éxito de un proyecto. “También hay factores que a menudo desechamos como el timing de la idea, la situación macroeconómica o incluso la suerte… Cosas que no dependen del fundador”, asegura.
El perfil del emprendedor en España
El último Informe Especial GEM sobre Emprendimiento Femenino estima que existen unas 650.000 emprendedoras registradas en España. Casos como el de Lupina Iturriaga, fundadora de la aplicación de gestión de gastos Fintonic, y Alicia Asín, responsable de Libelium, demuestran que las mujeres pisan fuerte en el terreno de la innovación tecnológica, a pesar de continuar siendo minoría. La proporción de startups impulsadas por hombres y mujeres es del 55,7% y el 44,3%, respectivamente.
De todos los estudios elaborados al respecto se desprenden conclusiones similares: el perfil predominante entre los fundadores de negocios en el ámbito de la tecnología es el de un varón que supera la treintena y cuenta con estudios superiores. La experiencia y el emprendimiento en serie son otros de los denominadores comunes de quienes se hacen un hueco duradero en el ecosistema.
Los emprendedores Miguel Vicente y Gerard Olivé encajan con la descripción. En 2013 fundaron Antai Venture Builder, una especie de horno de startups del que han salido Wallapop, la popular aplicación de compraventa de artículos de segunda mano capitaneada por el valenciano Agustín Gómez, la plataforma de empleo Cornerjob y la aplicación de compras a domicilio Deliberry.
Otro ejemplo es el de Nacho González-Barros, fundador del portal Infojobs (adquirido por el gigante de los anuncios Schibsted) y la plataforma de alojamientos turísticos Niumba (comprado por Tripadvisor). Este apasionado de internet lleva la visión de negocio en el ADN. Es cosa de familia. Junto a su hermano mayor Antonio, lanzó allá por 1995 otra gran fábrica de startups: el Grupo Intercom. De ella han salido, además de la web de búsqueda de trabajo, proyectos como Softonic, la que se ha convertido en la segunda página de descargas a nivel mundial, presidida por el también emprendedor Tomás Diago.
A esta primera remesa de pioneros pertenece asimismo Vicente Arias, que tuvo un papel destacado en el nacimiento de Softonic. Después de crear su propia aceleradora de empresas, SeedRocket, lanzó en 2016 Coverfy, la primera aplicación española que permite gestionar los seguros de cualquier compañía en el móvil y que levantó una ronda de financiación de 3,5 millones de euros.
También en el inmobiliario
Como hace Arias, apostar por la digitalización de un sector tradicional, como el de las aseguradoras, es una de las vías más utilizadas para alcanzar el éxito. No hace falta inventar la rueda. Y si no que se lo pregunten a quienes se han decantado por digitalizar el mercado inmobiliario y unirse a la ola del bautizado como proptech, que surfea con soltura la startup catalana Housfy, una plataforma que pone en contacto a particulares que quieren comprar o vender una vivienda.
El caso de su cofundador Albert Bosch es otra muestra de que la experiencia es un grado. Su amplia trayectoria profesional en el sector tecnológico –fue CEO de la web de descuentos de ocio Groupalia–, y la influencia de una familia de promotores y arquitectos constituyen un caldo de cultivo ideal para este proyecto de inmobiliaria 3.0 nacido hace algo más de un año y medio y para el que ha contado con otros dos pesos pesados del panorama de las startups patrio, Miquel A. Mora y el emprendedor e inversor Carlos Blanco, impulsor de la incubadora de empresas emergentes Nuclio Venture Builder.
El acervo familiar hotelero de Guillermo Gaspart y su experiencia en los sectores de los viajes y los alojamientos turísticos también han servido como fuertes cimientos sobre los que erguir la plataforma de alquiler de habitaciones por horas Byhours, de la mano de su socio Christian Rodríguez. La joven compañía, elegida ganadora del popular concurso de startups del South Summit en octubre, ya ofrece sus servicios en 25 países de Europa, Latinoamérica y Oriente Medio y planea penetrar en Estados Unidos.
Algo parecido ocurre con Clicars en el sector del automóvil. Esta web dedicada a la compraventa de coches online y lanzada a principios de 2016 ha logrado alcanzar una facturación acumulada de 20 millones de euros y posicionarse como la única española en la última lista de excelencia empresarial elaborada por los European Business Awards. Sus responsables, los emprendedores Pablo Fernández y Carlos Rivera, tenían experiencia tanto en el mundo automovilístico como en el de la consultoría y la banca, un bagaje que contribuyó al éxito que ha cosechado la empresa en estos casi tres años de vida.
Manejar conocimientos de ingeniería y dominar tecnologías punteras son otros de los secretos de emprendedores españoles cuyos proyectos van viento en popa. Entre ellos Javier de la Torre y Sergio Álvarez, fundadores de CartoDB, una compañía que provee soluciones de información geográfica y visualización de mapas y datos. Álvarez fue considerado en el 2014 como innovador top menor de 35 años por el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts. Si bien abandonó la startup, ejerció como responsable de producto desde su lanzamiento en 2012, un tiempo en el que la firma se ha expandido internacionalmente y abierto oficinas en Londres y Washington.
Por su parte, Enric Asunción y Eduard Castañeda codirigen una empresa que ya está presente en más de 25 países, donde ofrece los cargadores inteligentes para coches eléctricos que desarrolla y que funcionan hasta ocho veces más rápido que los convencionales. Ganadora en el 2017 de los premios South Summit, la startup barcelonesa obtuvo el tercer puesto en la última edición de la Copa del Mundo de las startups, un certamen que reúne anualmente a las mejores startups del mundo en Silicon Valley.
Los favoritos de los inversores
Según datos de la plataforma Crunchbase, los emprendedores españoles que han protagonizado las mayores rondas de financiación de los últimos dos años –considerando las superiores a 25 millones de euros– se han embolsado más de 575 millones de euros de inversión. Junto con esta prometedora cifra, la participación de fondos extranjeros supone una muy buena noticia para el ecosistema en España.
Para muchos, la apuesta del gigante del capital riesgo norteamericano Kleiner Perkins por la startup Spotahome, contribuyendo a una ronda de 40 millones de dólares (unos 34 millones de euros) el pasado mes de julio, marca un antes y un después en el panorama nacional: es la primera vez que esta firma de venture capital con sede en Silicon Valley realiza una operación en el mercado español.
Entre los fundadores de la empresa que ha llamado la atención de los estadounidenses, una plataforma de alquiler de viviendas online, se encuentra el español Alejandro Artacho. Acompañándose de otros tres emprendedores del sector inmobiliario, lanzó en 2014 esta compañía cuyo catálogo reúne hoy propiedades repartidas por cientos de ciudades de más de 65 países.
Además Spotahome, Cabify, Jobandtalent, Glovo, Typeform, Fintonic y OnTruck completan la lista de las startups que han recibido importantes inyecciones de capital en los últimos años. Detrás de estas empresas que han cautivado a los inversores se encuentran nombres como el del ingeniero Juan de Pablos (a las riendas de Cabify), el emprendedor Juan Urdiales (al mando de la plataforma de búsqueda de empleo Jobandtalent), Robert Muñoz y David Okuniev (del portal de formularios online Typeform) e Íñigo Juantegui, cofundador y CEO de Ontruck, una plataforma para contratar transportistas profesionales.
“En España hay, sin duda, mucho talento, aunque quizá todavía muy joven en comparación con otros países”, señala Megías. Aclara que no se trata de un tema de edad, sino del hecho de que “no tenemos muchos emprendedores de segunda o tercera generación, algo que mejora mucho la calidad del ecosistema”. Se refiere a profesionales con formación, pero también con una nutrida experiencia en el sector donde irrumpen, un factor que multiplica las probabilidades de éxito.
“La edad media de los emprendedores de alto rendimiento en Estados Unidos supera los 40 años”, advierte Luis Martin Cabiedes, del fondo de capital riesgo Cabiedes & Partners. “Es lo natural: como ocurre en el deporte, cuantos más años hayan entrenado, mejor”, añade este conocido inversor de la escena nacional, para quien las ideas y el talento no siempre son la ventaja competitiva más importante para una compañía emergente.
Las nuevas generaciones de emprendedores siguen los pasos de quienes llegaron antes y hoy ocupan un lugar destacado en el panorama patrio, con esa amplia experiencia de la que hablan Cabiedes y Megías a sus espaldas. Hablamos de pesos pesados como el fundador de Idealista Jesús Encinar; el mexicano Javier Pérez-Tenessa, fundador de eDreams; el responsable de la consultora de innovación Opinno, Pedro Moneo Lain; el belga afincado en España François Derbaix, cofundador del portal turístico TopRural y del gestor de inversiones Indexa, o de Julio Casal, fundador de la startup de ciberseguridad AlienVault, en la que han invertido desde fondos de Silicon Valley a Telefónica Open Future.
Pero más allá de su bagaje profesional, Cabiedes y Megías coinciden en señalar un factor limitante para cualquier emprendedor: el ecosistema español de las startups no reúne las condiciones para que veamos nacer los próximos Facebook o Google en nuestro país. “Para empezar, le falta tamaño y una economía fuerte y abierta que lo sustente”, asegura el inversor de Cabiedes & Partners, quien sostiene que la NBA de las startups, de momento, solo se juega en Silicon Valley. “No es nada fácil que el próximo Amancio Ortega salga del mundo de las tecnológicas”, concluye.