
1. Identidad clara
Tienes que tener presentes tus objetivos, tus metas, tu cultura empresarial: absolutamente todo. No dejes nada a la improvisación y mantén siempre tus objetivos a la vista, para que jamás se te olvide el camino que debes tomar para alcanzarlos.
2. Presencia en las redes sociales
Es una clave básica para que tu startup despegue. La presencia en Internet y las redes sociales es hoy en día un requisito fundamental para cualquier empresa, así como una buena campaña de marketing digital y comunicación. Crea una web y un perfil de tu empresa en las redes sociales más importantes, además intenta mantenerlos de la manera más actualizada posible.
3. Búsqueda de distinción
Por supuesto siempre tienes que buscar que tu empresa se distinga del resto con algún extra, alguna bonificación o algún toque que te haga sobresalir frente a tus competidores, es decir, algo que haga al cliente decantarse por tu empresa y no otra. Este punto es requisito fundamental a lo largo de toda tu vida empresarial, pero sobre todo al principio deberá ser (si cabe) todavía más importante. La gente quiere novedades que les sorprendan.
4. Disponibilidad y buena comunicación
En los inicios de tu empresa debes estar siempre disponible, siempre dispuesto, siempre comunicativo. No puedes perder clientes por falta de capacidad al principio, porque puede ser un lastre que arrastres durante el resto de vida de tu negocio, ya que los clientes que no logren contactar contigo (o a los que no les guste tu trato) se irán a tu competidor más directo. Mantén el teléfono siempre contigo y atiende a tus clientes con amabilidad, educación y simpatía (por muy agobiado o estresado que estés).