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Papi, ¿me adelantas la paga? Necesito liquidez

El ahorro forma parte de la conducta de los menores españoles, que en un 59% reciben una paga regular. El semanario de ellas –11,49 euros– es ligeramente superior al de ellos –11,37–, lo que hace que sumen casi 600 euros anuales de media, un dinero que se puede guardar en casa o en una cuenta bancaria, que para los más frikis es online y tan visitada o más que la de un adulto. Según una encuesta realizada por la firma alemana de estudios de mercado GFK para AXA Investment Managers, gestora de inversiones del grupo asegurador francés homónimo, sobre 120 niños españoles de edades entre los 8 y 15 años, una quinta parte de ellos recibe sus dineros como remuneración de determinadas tareas, mientras que solo un 8% confiesa que es por su precoz habilidad para la venta de cosas. “[…] las chicas son más cautas que los chicos, ya que un 52% de las encuestadas asegura que ahorraría su dinero frente al 44% de los chicos. Estos datos demuestran que la idea de no asumir riesgos con el dinero está presente desde temprana edad”, afirma a Forbes Beatriz Barros de Lis, Directora General de AXA IM en España

Los pequeños declaran que su iniciativa ahorradora obedece a dos razones –aparte de ser fomentada desde la familia–: para aprender a manejar dinero y por la satisfacción de darse sus modestos ‘homenajes’. ”Hacer que las generaciones más jóvenes piensen en el dinero y en su valor a temprana edad puede demostrar ser muy valioso más tarde en la vida”, señala el estudio.

Las familias españolas han hecho un considerable esfuerzo en los últimos años en reducir su endeudamiento, que se sitúa en el 61% del PIB, según el Banco de España. Desde 2010, cuando alcanzó el pico, ha caído un 24% y desde entonces las familias han continuado fortaleciendo sus balances. “Esta reducción en la deuda y la gestión de la economía familiar es una buena lección sobre finanzas para los niños, y puede ayudarles a largo plazo”, añade el estudio.

La influencia familiar en el fomento del ahorro es obvia, pero, además, el estudio revela que hay una interrelación en la actitud de un niño hacia el riesgo y la de sus padres. Casi la mitad de los niños confesó que si se les confiara una suma de dinero la pondrían en un lugar seguro antes que gastarla o dársela a un amigo, con la esperanza de tener más dinero dentro de un tiempo. Una actitud coherente con el conservadurismo financiero de casi el 80% de los padres españoles, que tienen sus ahorros a la vista, en forma de depósitos bancarios. “A través de una buena educación financiera, podemos inculcar a los niños y niñas una mejor comprensión del manejo del dinero a una edad temprana, lo que les permitirá más tarde tratar el dinero con menor ansiedad y mayor confianza. Además, con ello existe la oportunidad real de enseñar a niños y jóvenes el valor y los beneficios de pensar en ahorrar e invertir a largo plazo”, añade la directora general de AXA IM.

Pequeños inversores responsables

En cuanto al destino de los ahorros, algo más de la tercera parte manifiesta su preferencia por los fines solidarios, como invertir en lo que sirva para curar enfermedades, mientras que el 16% prefiere abiertamente multiplicarlos. Otras tendencias menores indican que el 15% optaría por invertir en aquello que pudiera ayudar a los padres con la casa y un 12% en limpiar el medioambiente. “Estas preferencias revelan cómo desde temprana edad algunos niños son conscientes de la importancia de hacer que el dinero sea rentable tanto para la sociedad como para ellos mismos y sus familias”, señala Barros de Lis.

La responsabilidad hacia el entorno es elevada, con casi el 40% a favor de iniciativas que reciclen el vidrio y el plástico, y que protejan el planeta; así como mantener una actitud cordial hacia los demás (34%) y cuidar de los animales, tarea que para el 20% es una prioridad. Para preservar el medio ambiente el 1% propone la dieta vegetariana. “[…] casi la mitad prefiere recibir efectivo que un regalo sorpresa y muchos comprueban sus cuentas bancarias utilizando variedad de recursos. Además, siguiendo la tendencia de los inversores adultos, los niños tienen también un especial compromiso con la sociedad para invertir en ella y conseguir un desarrollo sostenible, para lo que señalan que el reciclaje y la protección del medio ambiente son el camino hacia un futuro mejor”, comenta Barros de Lis.

Por último, otro dato interesante del trabajo es el alto grado de confianza filial hacia los padres: el 43% de los pequeños confía en ellos cuando les dicen cuánto dinero tienen. La confianza se ve correspondida con la buena voluntad de los hijos en aquellas ocasiones en que son sorprendidos por sus progenitores cuando les piden que les presten algún dinerillo, una costumbre que al parecer comparte cerca de la mitad de los padres españoles. Y se lo prestan sin avales.