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“Buscamos estar donde la sociedad más nos necesita”

María Eugenia Coronado posó frente a la cámara de Forbes en la Fundación Naturgy en Madrid.

Licenciada en Contaduría Pública por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y tras una larga trayectoria profesional en Naturgy, que comenzó en 2001 y que la ha llevado a desempeñar diferentes cargos directivos dentro de la compañía en distintos países, María Eugenia Coronado fue nombrada el pasado 20 de marzo directora general de la Fundación, en sustitución de Martí Solà. Comienza así una nueva etapa que afronta, según sus propias palabras, “con ilusión y con el convencimiento de que la Fundación Naturgy tiene mucho que aportar no sólo al debate sobre el futuro del sector energético, sino también a la sociedad y, especialmente, a los más desfavorecidos”. Un nuevo reto profesional en el que Coronado pone el foco en tres pilares fundamentales: la lucha contra la vulnerabilidad, la promoción de la eficiencia energética y la innovación tecnológica.

¿Qué supone para su carrera profesional el nombramiento como directora general de la Fundación Naturgy?

Una oportunidad de poner al servicio de la sociedad la experiencia adquirida durante más de treinta años. Vivimos un momento que requiere de toda nuestra capacidad y compromiso para afrontar los grandes retos que enfrentamos como sociedad. La Fundación tiene una enorme trayectoria de servicio y ha estado siempre a la vanguardia con sus programas sociales y de sensibilización. Es un gran desafío mantener el liderazgo alcanzado por quienes me precedieron.

Para una gestora de gran experiencia como usted, ¿qué diferencias hay entre la gestión de un negocio y de una fundación?

Al final lo que se pretende es lo mismo: alcanzar el mejor resultado de la manera más eficiente y con la mayor satisfacción que seamos capaces de proporcionar. La diferencia: nuestro resultado no se mide en términos de EBITDA, sino por el beneficio que reciben las personas vulnerables a las que podemos ayudar o los cambios de comportamiento que logramos con nuestros programas de divulgación. Es difícil de medir, pero tiene un retorno individual y colectivo muy positivo.

¿Cuáles son los principales objetivos que se ha marcado en estos primeros meses desde que fue designada directora general?

La Fundación tiene claramente definidas sus líneas de actuación. Mi objetivo es potenciarlas, desarrollando con énfasis los programas que contribuyan a paliar la vulnerabilidad energética.

De los tres principales ámbitos de acción de la Fundación (social, divulgativo y educativo para los más jóvenes), ¿cuál es el que mayor esfuerzo y recursos recibe?

Buscamos constantemente estar donde la sociedad más nos necesita. La acción social, con el programa de rehabilitación energética de hogares vulnerables, es nuestra prioridad ahora y la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024 nos ha puesto como ejemplo de buenas prácticas.

¿Espera aumentar el radio de acción de la Fundación?

En la acción social, estamos incrementando recursos para llegar a más familias vulnerables. En divulgación, hemos empezado a trabajar fuera de España y Latinoamérica; estuvimos recientemente en Bruselas debatiendo sobre buenas prácticas en materia de calidad del aire.

¿La sociedad es irresponsable en el uso de la energía?

Cada vez hay mayor conciencia de la necesidad de hacer un uso responsable. Nos gusta hablar del nuevo consumidor, porque la evolución de la tecnología y la sociedad nos ha abierto posibilidades que antes no existían para elegir la energía que consumimos, cómo y cuándo lo hacemos, buscando la máxima eficiencia.

¿Es optimista en cuanto a que las nuevas generaciones no cometan nuestros errores relacionados con el consumo energético?

¡Por supuesto! A la tarea de educar sobre el consumo responsable le dedicamos también mucho esfuerzo. Los recientes movimientos juveniles a favor del medio ambiente son un ejemplo de conciencia adquirida a una edad temprana; pero no podemos bajar la guardia y ésta seguirá siendo una prioridad para nosotros.

¿Se logrará erradicar de una vez por todas la pobreza energética?

La pobreza energética es sólo una dimensión más de la pobreza. Tenemos que trabajar de forma ágil y ordenada para contribuir desde nuestras posibilidades a paliar esta problemática, que en España afecta de 3,5 a 8,1 millones de personas en función del indicador que se utilice, según la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética. Si colaboramos estrechamente Administraciones, entidades sociales y la comunidad, podemos lograr grandes avances.

¿Hacia dónde va (o debería ir) el sector energético?

La transición energética es un camino sin retorno. La descarbonización de la economía es incuestionable dados los niveles de afectación climática. El sector energético está trabajando decididamente para implantar energías renovables, contar con el gas como energía de seguridad, introducir nuevos vectores energéticos como el gas renovable, fortalecer la electrificación y promover la movilidad sostenible, aprovechando el potencial de energías menos contaminantes como el gas natural. Todo ello sobre el eje de la innovación como motor de cambio.