1. Escucha con atención
No te precipites e intenta escuchar todos los argumentos que tienen que exponerte. Toma nota de lo más importante y pregunta todas tus dudas antes de tomar una decisión. Estudia el tema y analiza las ventajas y desventajas. Si no te convence la petición, apóyate en los puntos más débiles de su presentación para rechazar su propuesta.
2. Ten seguridad en tu decisión
Debes responder a una solicitud de forma rápida y directa. Cuando se trata de decir “no” es necesario que no tengas dudas de lo que vas a decir y muestres confianza. Siempre tendrá un efecto más positivo hacia la otra persona si tu tono muestra seguridad y tus palabras convicción sobre lo que haces.
3. Explica las veces que haga falta
Una buena estrategia para decir “no” es explicar cuáles son los motivos que te han llevado hasta ese punto. Deja claro en qué se basan tus razones y por qué crees que es algo que no tendrá lugar en tu empresa. Ten paciencia e intenta utilizar palabras amables. La sensación de fracaso será menor si tienes empatía con la persona que tienes delante.
4. Apóyate en las metas comunes
De nada sirve que una iniciativa siga adelante cuando sabes que, realmente, no está en la misma línea de la empresa. Por ello, siempre que tengas que decir “no” es recomendable que saques a relucir cuáles son los objetivos de la empresa y hagas ver que, su idea, no tiene nada que ver con la productividad y crecimiento de la empresa.
5. Responde con sinceridad
Ante todo, no hagas perder el tiempo y se claro en tu negativa. No intentes marear pidiendo que vuelva a explicarte algo en lo que no confías. Ten la madurez de expresar tranquilamente tu conclusión y no divagar. Haz que entiendan tu postura y se pongan en tu situación.