1. Pide consejos a otros
Cuando veas que la situación puede ser superior a tus conocimientos no dudes en apoyarte en tus compañeros. Pregunta tus dudas y aprende de otros. Es preferible que tardes más en hacer una tarea determinada siempre y cuando su resultado sea el adecuado.
2. Asegúrate de que estás en lo cierto
Puedes pensar que eres un pesado por “molestar” una y otra vez con cualquier asunto que no terminas de controlar pero, no es esa la sensación que trasmitirás. Afirma e intenta dar tus propias explicaciones para dejar constancia de que lo has entendido. Verás como los errores disminuyen.
3. Toma nota de todo
Puedes confiar en tu memoria pero es recomendable que anotes en un cuaderno las pautas que tienes que seguir para ofrecer un trabajo de calidad libre de equivocaciones. Ten cerca tus apuntes para consultarlos siempre que sea necesario. De esta forma irás a lo directo y sin miedo a fracasar.
4. Haz públicas tus inseguridades
No se trata de sentirte inferior o poco cualificado para ese trabajo. Puedes hacerlo tan bien como otros aunque tus errores digan lo contrario. Te puede servir de ayuda comentar con tus jefes cuáles pueden ser los motivos y así encontréis la solución para combatirlos.
5. Deja los problemas atrás
Tienes que estar 100% en tu trabajo. Abre los ojos y pon todas tu atención en desarrollar tu función. La concentración es un requisito imprescindible para hacer un buen trabajo. Evita las distracciones y, sobre todo, deja en casa las preocupaciones que no tengan nada que ver con tu empleo.
6. No des la espalda a tus errores
Es posible, y muy normal, que haya cosas que salgan mal. Lo importante es reconocer que te has equivocado y mostrar la valentía para modificar tus pasos. No abandones los temas ante los que no sepas como actuar. Tu actitud debe de mirar hacia adelante y buscar nuevas formas para paliar el error. Asume tu responsabilidad y rectifica.
7. No seas demasiado exigente
Está bien que te muestres comprometido con la empresa donde trabajas pero, no seas demasiado duro contigo mismo. Exigirte demasiado sólo te llevará a la negatividad y, por lo tanto, tus errores seguirán siendo los protagonistas de tu jornada laboral.