Los inversores ya saben que pueden esperar sorpresas del fundador de Bolt, Ryan Breslow. Una vez fue la asombrosa valoración de 11.000 millones de dólares de su empresa de pagos con un solo clic Bolt, una operación que le convirtió en uno de los multimillonarios más jóvenes de la historia, con 27 años. Luego llegaron las acusaciones de fraude, los despidos masivos, los gastos desorbitados y las múltiples batallas legales con clientes e inversores.
Pero nada había preparado a los inversores para la última táctica de Breslow, que podría restituirle como consejero delegado de Bolt, con sede en San Francisco. En un correo electrónico enviado a los accionistas el lunes y obtenido por Forbes, el CEO interino de Bolt, Justin Grooms, anunciaba: «Estamos finalizando una ronda de financiación de Serie F de más de 450 millones de dólares de firmas de inversión con sede en EE UU y Reino Unido, lo que elevará nuestra valoración total a más de 14.000 millones de dólares, un salto considerable desde nuestra valoración de 11.000 millones de dólares durante la ronda de la Serie E1 en 2022».
Es un precio escandaloso para una empresa que obtuvo menos de treinta millones de dólares de ingresos el año pasado y que había ofrecido recomprar acciones con una valoración de solo 300 millones de dólares meses antes. Los inversores de Bolt dijeron a Forbes que estaban enfurecidos por los términos bizantinos que enriquecerían a Breslow, así como por un aparente ultimátum de 48 horas para invertir en la empresa o ver cómo el 70% de sus acciones se esfumaban.
Pero lo más extraño es que uno de los principales inversores citados en los documentos oficiales declaró a Forbes que no tenían conocimiento del acuerdo y negó totalmente su implicación.
«Nunca hemos mantenido una conversación con Bolt», declaró Peter Chun, fundador y socio gerente del banco de inversiones Silverbear Capital, con sede en Seychelles. El material de los inversores consultado por Forbes identificaba a Silverbear y a su socio Brad Pamnani como los directores de la operación, en la que el banco invertiría 200 millones de dólares en la nueva empresa de pagos. «Nunca estuvimos en esta operación».
De hecho, Chun afirma que no se enteró de la operación hasta que The Information y el periodista especializado en tecnología Eric Newcomer se hicieron eco de ella. Según los comentarios iniciales de Pamnani a Newcomer, la inversión de 200 millones de dólares procedía en realidad de un fondo de 1.200 millones con sede en Abu Dhabi que él gestiona pero que no quiso identificar. Pamnani afirmó a Forbes que Silverbear había sido nombrada por error en la operación porque había utilizado su dirección de correo electrónico de Silverbear para firmar un acuerdo de confidencialidad con Bolt. En una llamada con Forbes, culpó inicialmente a Bolt por el error y aclaró que su fondo de EAU comenzará con un tramo de cincuenta millones de dólares, con planes para invertir hasta 150 millones más después de que se cumplan ciertos hitos.
«Los chicos de Bolt acaban poniendo Silverbear en todo el documento», afirmó Pamnani, que dijo haber conocido a Breslow en una cena el año pasado organizada por un club de inversión con sede en Los Ángeles. «Es todo un lío y estos tipos han publicado estúpidamente información errónea e inexacta». Tras la publicación, Pamnani dijo a Forbes que Bolt no era en realidad el responsable de nombrar erróneamente a Silverbear en el acuerdo; en su lugar, señaló a un corredor que había redactado las hojas de términos. El corredor, empleado de AMA Investment Group, con sede en Nueva York, confirmó estos detalles a Forbes y dijo que había supuesto erróneamente que Pamnani trabajaba en nombre de Silverbear. Ambos afirmaron que Bolt desconocía el error hasta esta semana. AMA no tiene presencia pública y su fundador, Jacob Eisenberg, declinó hacer comentarios.
Este es sólo uno de los componentes del acuerdo que ha cambiado desde que se comunicó originalmente a los inversores esta semana, lo que ha provocado un revuelo mientras se esforzaban por entender cómo les afectarían los términos.
Para que Breslow vuelva a Bolt como CEO, la mayoría de los accionistas preferentes tendrá que aceptar invertir en la ronda, y los documentos financieros que detallan el acuerdo dicen que tienen un mes para decidir. Pero según la carta de Grooms a los accionistas, sólo tenían hasta el miércoles para tomar una decisión, o verían cómo los mil millones de dólares que habían invertido colectivamente en la empresa se esfumaban, lo que provocó una auténtica carrera de locos entre los inversores. Ahora, varios accionistas han declarado a Forbes que están boicoteando la ronda por completo y considerando emprender acciones legales contra Bolt.
Bolt no respondió a la solicitud de comentarios. Forbes llamó a Breslow, que respondió por mensaje de texto: «Lamentablemente, no puedo opinar hasta nuestro primer cierre».
Además del fondo anónimo de Abu Dhabi que Pamnani dice representar, en los documentos de Bolt figura la empresa de inversión The London Fund como el otro inversor principal de la ronda. Pero no se trata de un cheque tradicional: en lugar de efectivo, el fondo prometió 250 millones de dólares en «capital de marketing y créditos en dólares» de una plataforma de creadores poco conocida llamada Influence, dirigida por el consejero delegado de The London Fund, Ashesh Shah.
Según Shah, la plataforma cuenta con una lista de varios cientos de personas influyentes con 500.000 seguidores cada una que, afirma, pueden ayudar a cumplir el plan de Breslow de convertir Bolt en una superaplicación al estilo de WeChat. «Si lo piensas, ellos [los influencers] son inversores en hashtags», afirma Shah. «Bolt gastó ochenta millones de dólares en efectivo en marketing, pero nuestra teoría es que podemos crear más promociones directas y cosas así». (Influence y London Fund parecen estar constituidas como sociedades en Londres, pero no se han registrado ante el regulador bursátil del Reino Unido).
Shah dijo a Forbes que estaba interesado en Bolt debido al «ecosistema» más amplio de Breslow: la cartera de empresas del empresario también incluye el mercado de bienestar Love, la plataforma de cripto pagos Eco, la plataforma de préstamos Prism y una serie de startups que Breslow ha financiado a través de su firma VC Family. «Buscamos Ferraris con ruedas pinchadas», afirma Shah.
Ambos se conocieron después de invertir en Dollar Donation Club, una plataforma de donaciones benéficas. Hace seis meses, el London Fund invirtió una cantidad no revelada en Love, según Shah.
Shah no tenía mucha simpatía por los inversores, que ahora se enfrentaban a la desaparición de los mil millones de dólares invertidos con Bolt. «Hacemos que estos inversores parezcan víctimas», dice Shah. «El día que me digan que Blackrock es un fondo empobrecido que debe ser protegido como una abuelita de la que se aprovechan, entonces creo que tendremos un artículo diferente».
El nuevo acuerdo también propone que Bolt invierta hasta seis millones de dólares en Love y diez millones en el London Fund, y que Breslow ocupe un puesto en el consejo del London Fund (informes anteriores dicen que Breslow ya está en el consejo; Shah negó que Breslow sea actualmente director allí). Las condiciones estipulan además que el 20% de los beneficios de cada transacción realizada a través de la plataforma de pagos de Bolt se donará a fundaciones gestionadas por Love y Bolt, o a una organización sin ánimo de lucro elegida por Bolt. Shah declaró a Forbes que los beneficios de las transacciones también podrían canalizarse a Dollar Donation Club. Love ya afirma donar una parte de sus ingresos a causas benéficas a través de su fundación sin ánimo de lucro Time For Love Foundation. Forbes no ha podido encontrar ningún documento fiscal que confirme su estatus 501(c)(3).
Para los inversores de Bolt, estos enredos son un nudo gordiano de conflictos de intereses. «Parece una extraña absorción corporativa por parte de Ryan y Ashesh», dijo un inversor de Bolt.
«¿Hay conflicto de intereses? Se trata de una compleja transacción entre varias partes», dijo Shah, que la calificó de acuerdo de “conflicto cero” porque sus intereses comunes y los de Breslow en Love y Dollar Donation Club son anteriores al acuerdo con Bolt.
Al igual que Breslow, Shah también se ha enfrentado a litigios con sus socios. La última salida importante de Shah como inversor parece ser la venta de la startup de prevención de falsificaciones Solo Science, con sede en Boston, a la empresa de cannabis Akerna, que cotiza en el Nasdaq, en 2020. Solo Science le acusó de participar en «comunicaciones indebidas» con sus clientes, y de haber «celebrado un contrato indebido con una contraparte contractual con la que los demandados tenían un conflicto de intereses.» Shah impugnó el caso, pero llegó a un acuerdo en julio de 2022.
Si el acuerdo sale adelante, Breslow recibirá una bonificación de cierre de dos millones de dólares, una participación de por vida en los ingresos netos del 33% de los acuerdos que remita a Bolt, una indemnización por acciones legales de los accionistas, el reembolso de varios años de gastos legales y otros relacionados con Bolt hasta 750.000 dólares y una cuenta mensual de 80.000 dólares para gastos de viaje y seguridad. Como ya informó Forbes, Breslow había intentado anteriormente pagar a Bolt facturas de siete cifras en concepto de viajes y seguridad, que los antiguos miembros del consejo de administración de la empresa rechazaron.
Cuando se le preguntó por las generosas condiciones, Pamnani afirmó que eran justas. Afirmó que los gastos de viaje están justificados porque la consecución de acuerdos internacionales implica reunirse con inversores de todo el mundo. «No creemos sólo en el plan de negocio, tenemos que creer en el empresario», dijo Pamnani, que argumentó que los incentivos eran necesarios para ayudar a convencer a Breslow de que volviera como CEO. Shah también afirmó que Breslow estaba siendo recompensado adecuadamente. Cuando se le preguntó si el consejo de Bolt había dado su visto bueno a las condiciones, respondió: «Tienen que tener sus aprobaciones, ¿no?».
Breslow dimitió como consejero delegado de Bolt en enero de 2022, poco después de conseguir un aumento de 355 millones de dólares hasta una valoración de 11.000 millones de dólares. Por aquel entonces, Bolt se había convertido en el objetivo de una investigación de la Comisión de Bolsa y Valores que pretendía averiguar si Breslow y la empresa habían realizado declaraciones falsas a los inversores durante la recaudación de fondos para la ronda de la Serie E. La agencia decidió finalmente no recomendar medidas de cumplimiento, según una carta obtenida por Forbes.
El pasado mes de julio, el inversor y antiguo miembro del consejo de administración de Bolt, Activant Capital, demandó a Breslow en respuesta a un préstamo de treinta millones de dólares que había garantizado con sus acciones y que posteriormente incumplió. En la demanda, se acusaba a Breslow de llenar el consejo de Bolt con sus amigos. Finalmente llegó a un acuerdo en mayo para devolver el préstamo mediante la cancelación de más de trece millones de sus acciones ordinarias, lo que según Forbes le quitaría su condición de multimillonario. Activant negoció una recompra de sus acciones como parte del acuerdo, por un valor aproximado de 36 millones de dólares, pero un grupo de importantes inversores de Bolt, entre ellos Blackrock, se opone actualmente al acuerdo.
Para Breslow, una nueva ronda con una valoración de 14.000 millones de dólares desbloquearía otra enorme recompensa en acciones, acordada como parte de un acuerdo de «subvención moonshot» al que había llegado con el antiguo consejo de Bolt. En el último año, Breslow ha hecho pasar por el consejo a varios de sus amigos, entre ellos el productor musical Larrance Dopson y la periodista Esther Wojcicki, para luego dejarlos también. No está claro quién forma parte del consejo en la actualidad.
*Este artículo se ha actualizado para aclarar los términos de la inversión del fondo de los EAU en Bolt y reflejar las declaraciones de Pamnani sobre el acuerdo.