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Neuralink, de Elon Musk, se prepara para hacer un implante cerebral a su segundo paciente humano

La compañía está tomando medidas para reducir el riesgo de que el implante se salga del cerebro.

Elon Musk celebra un hito para Starlink de SpaceX. (COPYRIGHT 2023 THE ASSOCIATED PRESS. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS)

Neuralink, la empresa de implantes cerebrales de Elon Musk, otorgará algún día «superpoderes cibernéticos» a las personas y les permitirá controlar robots con la mente, afirmó el jueves el multimillonario de la tecnología, ofreciendo una previsión futurista y poco realista de los próximos pasos de la opaca empresa después de que presentara una rara actualización y revelara planes para implantar a un segundo paciente humano dentro de «la próxima semana más o menos».

«Creo que los superpoderes cibernéticos son probables en el futuro», dijo Musk en un post a primera hora de la mañana en X sugiriendo que en el futuro las personas con una amputación podrían potencialmente mover prótesis más rápido de lo que habrían podido hacerlo antes de perder el miembro con el dispositivo de interfaz cerebro-ordenador de Neuralink.

Las declaraciones del multimillonario coronaron una serie de tuits sobre las futuras direcciones de Neuralink, que según él incluirían el tratamiento de la epilepsia y la curación completa de la parálisis, algo que Musk dijo que es un «problema difícil, pero en última instancia solucionable».

En el futuro, los usuarios también podrán utilizar el dispositivo de Neuralink para controlar el robot humanoide de Tesla, Optimus, con sus pensamientos, afirmó Musk, un dispositivo que el multimillonario ya ha dicho anteriormente que podría salir a la venta a finales del año que viene y que, según sus optimistas predicciones, transformará al fabricante de coches eléctricos en una empresa de 25 billones de dólares.

Las predicciones futuristas se produjeron después de que Musk y los ejecutivos de Neuralink ofrecieran una inusual actualización de los progresos de la empresa y esbozaran sus planes de futuro en una retransmisión en directo publicada en X.

Musk reveló que Neuralink tenía previsto implantar quirúrgicamente su chip cerebral experimental en un segundo paciente humano en «la próxima semana más o menos», a pesar de haber tenido problemas de hardware con su primer paciente, cuyo dispositivo se desprendió parcialmente del cerebro unas semanas después de la cirugía, y dijo que esperaba que el número de participantes que probaran el dispositivo alcanzara los «dígitos altos» a finales de año.

El empresario explicó que Neuralink también está tomando medidas para reducir el riesgo de que el implante se salga del cerebro, como le ocurrió a su primer paciente, entre ellas esculpir el cráneo para que el dispositivo se asiente mejor, insertar hilos más profundos en el cerebro y eliminar las bolsas de aire que quedan en el interior del cráneo tras la cirugía, y también está desarrollando un dispositivo mejorado que podría «duplicar el ancho de banda» que ofrece su modelo actual.

Predicciones hiperbólicas

Es mejor tratar muchas de las predicciones y actualizaciones de Musk con un sano grado de escepticismo. El multimillonario es conocido por sus predicciones hiperbólicas y a menudo tremendamente optimistas sobre el futuro de la humanidad, la tecnología y las empresas que dirige.

Los plazos y las aplicaciones más avanzadas de tecnologías que aún están con pinzas –como los implantes de interfaz cerebro-ordenador, la robótica y los vehículos totalmente autónomos o «robotaxis»– han sido puntos especialmente conflictivos para Musk en el pasado y, aunque controlar un miembro robótico con velocidad sobrehumana o apoderarse de Optimus con el pensamiento es teóricamente posible, esto quedará muy lejos en el futuro, sobre todo si se utiliza para mejorar la salud de una persona sana, en lugar de como tratamiento médico.

Del mismo modo, la creencia de Musk de que Neuralink ayudará a los humanos a fusionarse con la IA es posible, pero está muy lejos en el futuro. Incluso para aplicaciones a corto plazo como tratar o curar la parálisis, devolver la vista a las personas ciegas –tecnologías que Neuralink planea comercializar como «Telepathy» y «Blindsight»– o tratar otras afecciones neurológicas como la epilepsia, es importante recordar que la tecnología de Neuralink aún se considera experimental y sólo se ha aprobado su uso en ensayos clínicos estrechamente supervisados.

En esta línea, si todo va según lo previsto en los ensayos de Neuralink, lo cual no está ni mucho menos garantizado, es probable que pasen años antes de que se produzca el lanzamiento comercial, incluso para un uso limitado como dispositivo médico.

Los expertos señalan a Forbes que la falta de transparencia de la empresa agrava las dificultades para evaluar el desarrollo y la evolución de la tecnología de Neuralink en el mundo real, y que las actualizaciones suelen ser selectivas, de alcance limitado y escasamente difundidas a través de las retransmisiones en directo y los tuits de Musk.

Más eficiente y potente que el modelo actual

Musk dijo que el chip cerebral de Neuralink podría ser más eficiente y potente que su modelo actual. Duplicará la cantidad de hilos insertados en el cerebro, de los 64 del dispositivo actual a 128, y cada hilo tendrá la mitad de electrodos, de 16 a 8, lo que debería ayudar a aumentar la eficiencia si se colocan bien en el cerebro.

El multimillonario no dio plazos sobre cuándo podría estar listo un dispositivo de este tipo para ser probado en humanos ni qué planea hacer Neuralink con él.

«Lo sorprendente es que funcione», dijo Musk refiriéndose al cerebro humano. Musk describió el cerebro como un «ordenador biológico» que «se encoge con el tiempo a medida que envejecemos».

El empresario es la persona más rica del mundo, con un patrimonio neto estimado de 258.200 millones de dólares. Gran parte de su fortuna está vinculada a las empresas que cofundó y dirige, en particular el fabricante de automóviles Tesla, así como la firma de cohetes SpaceX, la empresa de túneles The Boring Co. y la startup de inteligencia artificial xAI. También es propietario de la plataforma de redes sociales X, que adquirió de forma polémica en 2022.

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