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5 consejos sobre dinero para personas que nunca quieren jubilarse

Cuando se es económicamente independiente y se puede elegir a qué dedicar el tiempo, trabajar puede ser justo lo que se necesita para levantarse de la cama por la mañana.
Foto: Andrea Piacquadio/Pexels

Aunque el movimiento «independencia financiera, jubilación anticipada» es muy popular, algunas personas planean hacer lo contrario y no jubilarse nunca. Trabajan porque les gusta. ¿Por qué jubilarse en la flor de la vida?

La idea de trabajar más tiempo es cada vez más común. Los investigadores del Pew Research Center afirman que tanto el número como el porcentaje de adultos mayores que trabajan están aumentando. Según Pew, «con unos once millones de personas en la actualidad, la población activa de más edad casi se ha cuadruplicado desde mediados de los ochenta». Pew informa: «La proporción de adultos mayores que tienen un empleo hoy en día es mucho mayor que a mediados de la década de 1980. Alrededor del 19% de los adultos mayores de 65 años trabajan hoy. En 1987, sólo el 11% de los mayores trabajaba».

¿Por qué se trabaja más tiempo?

Trabajar más tarde en la vida proporciona toda una serie de beneficios además de un salario, tales como:

  • Estimulación intelectual
  • Interacciones sociales regulares
  • Un horario semanal predecible
  • Mantenerse al día de los avances técnicos
  • Compartir conocimientos

Estos son algunos consejos financieros para las personas que piensan seguir trabajando:

1/ Enmarca tu objetivo en la independencia financiera, no en la jubilación

Desde el punto de vista de un planificador financiero, la clave del éxito es planificar la independencia financiera, no una edad concreta de jubilación. Independencia financiera significa disponer de activos y fuentes de ingresos que te permitan mantener tu estilo de vida durante toda la vida. Trabaja porque quieres, no por necesidad.

    No des por sentado que siempre podrás trabajar. Independencia económica significa que puedes mantenerte por ti mismo en caso de que tu capacidad laboral se vea mermada por motivos de salud u otros, como la eliminación de un puesto de trabajo.

    Ten en cuenta que puedes cambiar de opinión. No sabes lo que te deparará el futuro. Así que resérvate la oportunidad de elegir un camino diferente.

    2/ No retrases el cobro de las prestaciones de la Seguridad Social después de los setenta años

      Es habitual que los trabajadores retrasen el cobro de las prestaciones de la Seguridad Social para recoger los aumentos anuales estimados del 8% de la cuantía de las prestaciones. Mientras sigas trabajando y no necesites ingresos adicionales para financiar tu estilo de vida, puedes retrasar el cobro de tus prestaciones de la Seguridad Social más allá de tu plena edad de jubilación.

      Asegúrate de no retrasarlo más allá de los setenta años porque las prestaciones de la Seguridad Social dejan de aumentar. Una vez cumplidos los setenta, no tiene ninguna ventaja seguir retrasándolo. Si no necesitas los ingresos de la Seguridad Social para tus gastos de estilo de vida, puedes simplemente invertir las ganancias.

      3/ Sé fiscalmente inteligente con tus salarios e inversiones

      Si tienes un exceso de ingresos y has llegado al máximo de tus aportaciones al plan, considera la posibilidad de invertir con ventajas fiscales. Es posible que puedas aplazar más de tu salario con algún tipo de plan. Muchas empresas ofrecen planes a sus empleados con rentas altas. Si cumples los requisitos, puedes diferir parte de tu salario antes de impuestos. Cada plan es diferente. Por lo tanto, revisa los detalles con el especialista en prestaciones de tu empresa.

        Elige inversiones con ventajas fiscales fuera de tus planes de jubilación. Considera inversiones exentas de impuestos o inversiones que paguen dividendos cualificados.

        Discute las inversiones ideales con ventajas fiscales con tu asesor fiscal y financiero, especialmente si te encuentras en un tramo impositivo marginal alto.

        4/ Saca el máximo partido a tu cuenta de ahorro sanitaria

          Después de los 65 años, si no necesitas los fondos para la asistencia sanitaria, investiga si puedes retirarlos sin penalización por cualquier motivo. Si los fondos no se destinan a un gasto médico cualificado, puede ser que pagues impuestos sobre la distribución. En el caso de los trabajadores mayores de 65 años, las normas de elegibilidad pueden ser complejas. Asegúrate de consultar a tu asesor fiscal.

          5/ Conoce las normas de distribución mínima obligatoria

          Asegúrate de realizar las distribuciones mínimas obligatorias de tus planes de jubilación. Si sigues trabajando, no des por sentado que estás exento automáticamente.

          Trabajar puede parecer un trabajo pesado para algunas personas. La cosa cambia cuando uno ama su trabajo. Cuando se es económicamente independiente y se puede elegir a qué dedicar el tiempo, trabajar puede ser justo lo que se necesita para levantarse de la cama por la mañana.

          ¿Por qué dejarlo si te diviertes?

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