John Pemberton tuvo que modificar tras la Guerra de Secesión la bebida que había creado ya que contenía alcohol, creando la conocida empresa Coca Cola. Aunque puede sonar como un cambio propio de un joven emprendedor que necesita salir adelante, John Pemberton tenía 55 años en ese momento. Diez años mayor era Harland David Sanders cuando fundó la franquicia Kentucky Fried Chicken tras haber trabajado durante 23 años cocinado pollo en una pequeña estación de servicio de Kentucky.
Por otro lado, en un periodo en el que las ‘startups’ son cada vez más comunes, el perfil de personas emprendedoras parece corresponder con alguien mucho más joven que los mencionados anteriormente. Sergey Brin (cofundador de Google), Mark Zuckerberg (fundador de Facebook) o Yoshikazu Tanaka (creador de la red social Gree) son algunos ejemplos de jóvenes emprendedores que, gracias a la explosión tecnológica, han llegado a ser millonarios a través de sus ideas innovadoras.
Sin embargo, acorde con un estudio publicado por American Express OPEN, los jóvenes de hoy en día tienen más miedo a emprender que antes de 2007. Como se puede deducir, la crisis económica y el miedo al fracaso y al riesgo han hecho que la actual generación prefiera no montar sus propias empresas y poseer algo más de estabilidad. A pesar de ello, es la juventud el momento idóneo para “fracasar” ya que eso también te aporta experiencia y posees menos cargas económicas que cuando eres más mayor.
Hay una serie de factores que influyen directamente con la edad, tanto de forma positiva como de forma negativa. Según el director de la escuela de negocios de la Universidad de Wisconsin-Madison, Dan Olszewski, los empresarios nacidos entre 1945 y 1964 (es decir, pertenecientes al “baby boom”) tienen más dinero y posibilidades para invertir, además de las nociones de la realidad empresarial adquiridas a través de la experiencia profesional.
“La experiencia y el conocimiento acumulado de esta generación del baby boom les pone en una mejor posición que la mayoría para alcanzar el éxito”, aclara Dan Olszewski. Por lo tanto, y teniendo en cuenta la opinión de otros expertos como Fernando Téllez, MBA de la escuela de negocios de Oxford Brookers University, y Roger Marull, gerente general de la consultora de Recursos Humanos Meta4, la edad recomendada para emprender suele estar entorno a los 35-38 años ya que la ingenuidad hace cometer muchos errores y realizar malas inversiones.
Independientemente de la edad hay un concepto que hay que tener claro antes de montar tu propia empresa: poseer el “espíritu del emprendedor”. No derrumbarse ante los posibles fracasos, ser constante en el trabajo, poseer una idea clara e innovadora y realizar un fuerte estudio de mercado son claves básicas que todo empresario tiene que poseer desde el primer momento.