1. Todo comienza desde el día anterior. Acuéstate pronto, no hagas cenas copiosas y evita consumir bebidas alcohólicas. Así descansarás mejor y por tanto al día siguiente tendrás más energía para despertarte.
2. ¡Despierta! Al final el dar vueltas en la cama solo hace que te dé más pereza levantarte. Fija una hora a la que tienes que despertarte y cúmplela cada día a raja tabla. Crearás una rutina y tu cuerpo estarás preparado para levantarse a esa hora cada día (por muy pronto que sea).
3. Date tiempo para desayunar tranquilamente. Es mejor que te levantes un poco antes, pero el desayuno es la comida más importante del día. Es el alimento que te dará energía durante las primeras horas de tu jornada laboral.
4. Si es posible ir caminando a trabajar, debes coger ánimo y hacerlo. Un poco de aire libre por la mañana te hará llegar más despejado al trabajo. Si tienes que utilizar transporte público o privado, intenta estar un par de minutos tomando aire antes de entrar a trabajar.
5. Establece horarios en los que incluyas descansos. No debes ni dejar de trabajar más veces de lo estipulado (porque te hará desconcentrarte), ni estar ocupado con tus tareas durante toda la jornada (porque te cansarás más rápido y serás menos productivo).
6. Relaciónate con tus compañeros durante los descansos. Queda con las personas que tengas más afinidad para hacer las paradas juntos. Así podrás conversar sobre temas que te hagan desconectar del trabajo.
7. Obligada la parada para comer. No somos robots, todos necesitamos nuestro tiempo para alimentarnos. Por eso nunca debes saltarte la comida. Hacerlo de forma habitual puede perjudicar seriamente tu salud.
8. La comida si puede ser casera, mejor. O si tienes tiempo para ir a comer a casa, sería lo ideal. Te ayuda a desconectar del trabajo y mantener una dieta saludable.
9. Encárgate de hacer los trabajos más complicados antes de la comida, ya que las últimas horas de la jornada laboral suelen ser las más pesadas. Después del almuerzo intenta realizar todo aquello que sea más sistemático.
10. Cuando termina el día, y es hora de marcharse. Deja todo el trabajo terminado y revisado para no estar dándole vueltas a la cabeza después de la jornada laboral. Si puedes, desconecta el teléfono, y cambia el “chip” de la vida laboral, a la personal.