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Hábitos en tu trabajo que te impiden ser feliz

Hay quienes viven para trabajar y quienes trabajan para vivir. Ambas opciones son igual de validas siempre y cuando, aquello que estés haciendo, te lleve a alcanzar la felicidad.

Por mucho que te apasiones tu trabajo, por mucho que te agrade estar en la oficina rodeado de tus compañeros y por mucho que te encante desempeñar tus tareas laborales, también tienes que saber cuándo cortar y dedicarte un rato a ti y a tu gente.

Intentar ser los mejores en nuestro trabajo, muchas veces nos lleva a desgastarnos tanto personalmente como en nuestra vida social. Por ello, revisa estos hábitos y piensa cuáles podrías mejorar.

PIERDE EL MIEDO A PERDER

No puedes subirte a todos los trenes a la vez, y con trenes nos referimos a proyectos, objetivos y metas. Aunque te sientas con toda la energía del mundo para abarcarlo todo, no seas impaciente, todo llega. Por eso debes perder el miedo a perder oportunidades, o el miedo a que, el tren que escojas en este momento, no te lleve donde quieras.

OLVÍDATE DE LAS HORA EXTRA

Ya sea por necesidad económica o porque eres una de esas personas que nunca sabes decir que no, al final terminas haciendo siempre horas extra, y por lo tanto dedicando más tiempo a tu vida profesional que a tu vida personal. Por mucho que te apasiones tu trabajo, también debes aprender a decir que no, necesitas desconectar después de la jornada laboral, y quedarte en la oficina con más trabajo, desde luego que no es la mejor opción.

DEJA DE INTENTAR IMPRESIONAR

Especialmente cuando llevas poco tiempo en un trabajo, lo normal es que intentes demostrar todas tus capacidades, que quieres ir por delante de las tareas y que intentes convencer y convencerte de que nadie haría tu trabajo mejor que tú, pero no te desgastes, el camino es largo y vas a tener tiempo de demostrar cuánto vales.

SI NO PUEDES CON TODO, DELEGA

Muchas veces queremos abarcar todo porque sentimos que si descuidamos cualquier tarea, algo puede salir mal. Eso ocurre con más frecuencia aún si tú eres el jefe, pero tienes que ser consciente de que no puede abarcarlo todo, por lo que debes elegir las personas adecuadas para delegar algunas de tus funciones. Trabaja para vivir, pero no vivas para trabajar.

ELIMINA LA AUTOCHARLA NEGATIVA

No te puedes culpar de todos los errores que ocurran en tu empresa, ocupes el cargo que ocupes. Por ello, en lugar de hacer un balance negativo al final del día, intenta que esa reflexión sea positiva: analiza los logros alcanzados, aquello que allá salido sobre ruedas, y si realmente el día ha sido desastroso, piensa que el próximo será mejor. Ser negativo contigo mismo que cargar con las culpas solo te va a ayudar a hundir tu autoestima.

NO ERES PERFECTO, ERES HUMANO

… y como humano que eres tienes derecho a equivocarte, a ponerte enfermo, a no llegar a todo lo que desearías llegar, a despistarte, a que algunas cosas se te escapen de las mano, y sobre todo, a ser feliz. Por ello, debes encontrar el equilibrio perfecto entre tu vida laboral y personal.