1. Haz relaciones con tus clientes
Cuando un cliente te pida un trabajo no te limites a hacerlo y punto. Intenta mantener una relación cordial con la persona en cuestión de tal forma que si en algún momento vuelve a necesitarte no dude en acudir a ti. Además si tenéis una buena relación podrá recomendarte a otras personas.
2. Ten seriedad
Ser puntual, cumplir los plazos, ser riguroso, responsable… debes ser todo eso y mucho más si quieres que tus clientes queden satisfechos con tu trabajo. Si incumples cualquiera de esos requisitos de un buen profesional, tu reputación se verá mermada.
3. Siempre disponible
El trabajador freelance debe estar siempre disponible para atender una llamada o responder un mail ya que de ello depende su trabajo. Puede que si no respondes una llamada a tiempo pierdas una buena oportunidad, y eso nunca debe ser una opción.
4. Pide explicaciones detalladas
Cuando te encarguen un nuevo proyecto o trabajo, pide que las pautas a seguir estén lo más detalladas posible para evitar cabos sueltos, dudas o malentendidos. El cliente debe tener claro lo que quiere desde un principio y tú debes amoldarte a ello a la perfección.
5. Ofrece lo mejor de ti mismo
Es parte esencial de un buen profesional: debes ofrece tu mejor cara tanto profesional como personal. No vale con hacer los trabajos de una forma válida pero simple, debes siempre dar lo mejor de ti como si ese proyecto fuese el más importante de tu vida.
6. Tarjeta de visita
Tener una tarjeta de visita que ofrecer en eventos, reuniones, presentaciones, etc., es clave. De esta forma la gente se quedará con tu cara, tu nombre y la forma de ponerse en contacto contigo. No seas tímido a la hora de ofrecerlas.
7. Cambios sí, pero con matices
El cliente siempre tiene derecho a hacer cambios, para eso te paga. Pero tienes que tener claro que no puedes dejarte marear y tirar todo lo hecho por la borda. Si tienes el proyecto prácticamente finalizado y a última hora el cliente te lo cambia por completo, tendrá que pagarte por el tiempo perdido y el trabajo invertido.
8. Aporta ideas
Si un cliente te propone algo y a ti se te ocurren buenas ideas que quizá podrían interesarle y hacer el proyecto más atractivo, ¿por qué no proponerlas? Puede que el cliente las rechace, pero si le gusta tu aportación será un punto muy grande a tu favor.
9. Cobra lo que te mereces
Ni más, ni menos. Establece baremos para diferentes tipos de trabajos y tarifas (relativamente estándar) para cada uno de tus proyectos.
10. Buena presentación
Una vez realizado el proyecto, la presentación es también un factor importantísimo. Cuídala con mimo y gusto, porque será parte de la imagen que proyectas de ti y de tu trabajo.