Ya sea en el ámbito laboral, en el personal o en el social, la persona que destaca siempre por encima de las demás es la que es capaz de innovar y salirse de la norma. No quiere decir que no seguir al grupo sea un acierto seguro, pero el que no arriesga no nada.
Innovar de una manera efectiva no es tan sencillo como parece, sino que es el resultado de una preparación constante a cerca de un tema, pues quien más domina la disciplina es quien más puede jugar con diferentes métodos.
Conseguir salir de la norma de una manera positiva es un proceso largo que necesita dedicación, pero si no sabes por dónde empezar, puedes iniciar tu proceso de innovación realizando estos sencillos puntos:
LEE
“El que lee mucho sabe mucho”, dicen. Por eso, nunca dejes de investigar, descubrir cosas nuevas y estar al día sobre los temas que incumben a tu trabajo si pretendes ser una persona innovadora. Cuanto más conocimiento y control tengas sobre las disciplinas relacionadas con tu labor, más capacidad parar innovar y arriesgar tendrás.
CURIOSEA
Abre tu mente al mundo, a las nuevas oportunidades y a los nuevos retos. Por eso no te conformes con lo que ya sabes o con realizar tu trabajo de una manera rutinaria casi mecanizada. Estudia e investiga las posibilidades de mejorar la manera de trabajar.
PREGUNTA Y PREGÚNTATE
Cuestiona continuamente lo que haces, cómo y porqué. Hacerte preguntas difíciles de manera constante puede ayudarte a agudizar tu creatividad. Aunque no encuentres la respuesta que buscas, el simple hecho de estar maquinando cómo mejorar ejercitará tu creatividad.
NO SEAS DISCIPLINADO EN EXCESO
Normalmente asociamos la disciplina con algo positivo en cuanto al trabajo. No decimos que no lo sea, sino que en ocasiones, salirse de la normal, de lo corriente e investigar, innovar y arriesgar es mucho mejor. Ser demasiado disciplinado en tu trabajo termina convirtiendo tus labores en algo casi mecanizado.