1. Se consciente
Lo primero es ser consciente de que abrir un negocio no es tarea fácil. Tendrás que estar preparado para trabajar muchas horas y tener bastantes quebraderos de cabeza. Antes deberás tener todo organizado y bien atado para que los imprevistos se reduzcan al mínimo.
2. ¿Tu negocio? Tu prioridad
Sobre todo en los primeros años de una empresa deberás centrarte y volcarte por completo en ella. No debes abrir un negocio como un “hobby” o como algo que te servirá para entretenerte, es algo muy serio que puede cambiar por completo tu vida (para bien o para mal).
3. Hazlo cuanto antes
Si tienes una buena idea, ahorros para llevarla a cabo y sobre todo muchas ganas, no tardes en ponerla en marcha. No sabes si hay alguien que puede llenar ese hueco en el mercado antes que tú. ¡Date prisa!
4. Ánimo y entusiasmo
Es imprescindible no perderlos nunca, por muy mal que vayan las cosas. Sin ánimo de seguir adelante y entusiasmo para innovar y mejorar día a día, ningún negocio funciona por muy bueno que sea.
5. Perseverancia
Emprender no es algo fácil. Tendrás dificultades y problemas, sobre todo al principio, pero hay que ser perseverante con lo que realmente quieres. No tires la toalla.
6. Innova
Es el camino más fácil hacia el éxito. Repetir pautas de negocio ya existentes (por muy exitosas que sean) es menos efectivo que ofrecer al mercado algo novedoso e interesante. El público está deseoso de ideas frescas que les ofrezcan alternativas a lo que ya existe.
7. Crea una buena imagen
La imagen de tu negocio es esencial. Una buena web, unas buenas tarjetas de visita… cuida todo al detalle aunque el desembolso sea algo más alto, porque realmente merece la pena. El cliente lo valora.
8. Observa a la competencia
No sólo al principio, durante toda la vida de tu negocio. Ver cómo actúa la competencia más directa de dará pistas sobre qué hacer, cuándo y cómo (o sobre lo que jamás debes hacer).